La Superintendencia del Medio Ambiente rechazó el "plan de cumplimiento" presentado por una planta recicladora de baterías de plomo de la empresa Tecnorec en San Antonio, acusada de emanaciones ilegales.
La empresa está instalada en las cercanías de los hogares de la localidad de Aguas Buenas y desde hace dos años se desarrollaron las primeras manifestaciones de la comunidad en su contra.
Los vecinos de Aguas Buenas de San Antonio, en la Región de Valparaíso, insisten en denunciar que muchos de ellos sufren vómitos, diarreas y caídas de pelo, por lo que ya han interpuesto tres querellas por los delitos de "propagación indebida de agentes contaminantes" y "daños calificados en bienes nacionales de uso público".
En el proceso que lleva la Fiscalía local, se destaca el antecedente registrado en marzo del año pasado, donde la Seremi de Salud regional confirmó presencia de plomo en trabajadores de la empresa recicladora de baterías.
También los exámenes médicos a vecinos del sector y de mediciones de contaminantes en sus casas, realizados en enero de 2012 por parte de la Brigada del Medio Ambiente de la PDI, estableció la presencia de contaminación por plomo en la zona.
El abogado que representa a los afectados, Jorge Dip, destacó que existen más antecedentes que apuntan a la presunta responsabilidad de Tecnorec en las emanaciones.
"Existen también antecedentes respecto de sumarios sanitarios o un sumario sanitario, al menos, que se ejecutó el año pasado a esa empresa, en la cual resultaron finalmente sancionados en ese sumario sanitario en la Quinta Región", señaló Dip.
Indicó que "entonces, no es solamente la Superintendencia del Medio Ambiente que dice relación con estos procesos que tiene esta empresa, sino que además existen otros antecedentes que permiten también suponer de dónde vienen estas emanaciones tóxicas".
"No debió ser autorizada sin estudio"
Además, el diputado Alberto Robles (PRSD) presentó una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente, la que presentó cargos y rechazó recientemente el plan de cumplimiento presentado por Tecnorec.
Los argumentos principales son que la empresa no logra acreditar su eficacia a la hora de contener las emanaciones y no se cumplen criterios de verificación, ya que no se logra comprobar el cumplimiento del programa.
El parlamentario se manifestó satisfecho con el actuar de la autoridad ambiental e insistió que la planta debería cesar en sus funciones.
"Es muy bueno que la Superintendencia haya acogido nuestros planteamientos y, sobre todo, que empiece a exigir a todas las plantas que trabajan con plomo estudios de impacto ambiental y no se queden solo con lo que declara esta industria", comentó.
Añadió que "lo que declara esta empresa no corresponde a la realidad. Para mí Tecnorec nunca debió haber sido autorizada sin un estudio de impacto ambiental. Más que nada, aquí en el mundo existen tecnologías que permiten hacer bien las cosas".
Versión de la empresa
En una declaración pública, la compañía aclaró que la decisión de la autoridad es solo formal, es decir, que deben optar por otra vía y no por un plan de cumplimiento para adecuar sus normas.
En el texto apunta que "la autoridad ha definido que la vía correcta de normalizar las mejoras que ha realizado Tecnorec en su planta, se haga mediante la declaración de impacto ambiental ya presentada y no a través del programa de cumplimiento".