Durante la pasada jornada residentes de Talagante y San Bernardo protestaron contra la reapertura del recinto.
El experto Christian Seal descartó que el cierre definitivo sea una opción en este momento.
Seal planteó que para llegar a prescindir de los rellenos hay que implementar desde nuevas tecnologías hasta programas de educación ambiental.
Cerca de 60 vecinos de San Bernardo y Talagante protestaron el sábado en contra de la reapertura del relleno sanitario Santa Marta, exigiendo mejoras en torno a las políticas de reciclaje.
José Luis Stark, dirigente vecinal de Talagante, indicó que junto con buscar el cierre definitivo del relleno, quieren promover "una nueva política de reciclaje, darle atribuciones duras al Ministerio de Medio Ambiente".
A su juicio, en la actualidad, dicha cartera "pasa a ser un ente casi complaciente con este tipo de negocios".
Para los residentes del sector es importante "buscar un lugar donde la basura, realmente basura, deba ir a ser depositada, donde no hayan acuíferos, acuíferos de 100 metros por lo menos, donde no se contamine las aguas".
Asimismo, que los rellenos "estén lejos o, por lo menos, aislados de las comunidades que puedan sentirse afectadas por esta basura".
Cierre de Santa Marta
El controvertido relleno sanitario tiene una vida útil estimada hasta el año 2022, por lo que, independiente de la contingencia, es necesario evaluar un relleno que lo sustituya.
Consultado por Cooperativa, el académico de la Universidad de Santiago Christian Seal, especializado en tratamientos biológicos e ingeniería sanitaria, dijo estar "en contra del cierre del relleno sanitario".
"En este instante no existe ninguna otra alternativa. En cuanto a reciclaje, programas de recuperación de residuos, lamentablemente con la tecnología actual se necesitan rellenos sanitarios", indicó.
"Necesitamos centros de valorización de residuos, para lo cual tenemos que implementar desde nuevas tecnologías a programas de educación ambiental", reflexionó el experto.
En marzo se constituirá una mesa de trabajo liderada por el intendente Claudio Orrego con el fin de evaluar la situación de los rellenos sanitarios y la fiscalización que se les realiza, además de trazar líneas para el futuro de la gestión de la basura.
