La Contraloría General de la República determinó el viernes que, inhabilitados los miembros del Comité de Ministros, deberán ser los subsecretarios de esas carteras los responsables del nuevo pronunciamiento del Gobierno respecto al megaproyecto minero y portuario Dominga, ordenado por la justicia ambiental en diciembre.
A la espera de aquella decisión, las opiniones de los partidarios y de los detractores de la iniciativa de la empresa Andes Iron se mantienen irreconciliables, aunque con énfasis distintos.
El diputado DC Eric Aedo asegura que "el proyecto Dominga es un proyecto necesario para el país".
"Chile debe aprender a compatibilizar la protección del medioambiente, de su flora, de su fauna, de las personas, con el desarrollo económico y minero. Chile es un país de vocación minera y, por tanto, estos proyectos hay que apoyarlos", opina el legislador falangista.
"Cuando crecemos apenas al 2 por ciento -y eso significa empobrecer al país, y más cesantía-, francamente, es inexplicable que se sigan postergando proyectos que mejoran la economía", remarcó Aedo.
La Higuera, "hot spot de biodiversidad"
La abogada Alejandra Donoso, de la ONG Defensoría Ambiental, sostiene que, más allá de su reciente éxito en tribunales, el proyecto no cuenta con los estándares mínimos exigibles para materializarse.
"Todos los antecedentes están en el expediente: desde el punto de vista técnico-ambiental, el proyecto no alcanza los estándares básicos necesarios, porque la magnitud del megaproyecto minero-portuario Dominga (es tal, que) pretende generar impactos de los que no logra hacerse cargo a través de medidas de mitigación idóneas", señala Donoso.
"El territorio que pretende impactar Dominga, el Archipiélago de Humboldt, es un hot spot de biodiversidad, y cuando un proyecto no alcanza los estándares necesarios para ser aprobado, corresponde que se rechace", insiste la experta.
En una línea similar se manifestó Gabriel Molina, del gremio pesquero de La Higuera, que puso en duda, además, los supuestos beneficios económicos que implicaría para la población local la multimillonaria inversión.
"El futuro de La Higuera es la pesca, el turismo. La Higuera hay que cuidarla y protegerla para futuras generaciones, con su área marina costera protegía", dice Molina.
"La Higuera es un sitio hermoso. Muchos países del mundo vienen a aprender en nuestro archipiélago cómo se hace pesca sustentable". Por otro lado, planteó, Dominga, "en dos años de trabajo, va a contratar 9.000 trabajadores (para ponerse en marcha, pero) después va a despedir 8.000. Es decir, va a dejar 8.000 puestos de cesantía en un corto plazo, y destruyendo un territorio único en el mundo".
