El Primer Tribunal Ambiental -con sede en Antofagasta- admitió este martes a trámite la demanda por daño ambiental presentada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en contra de Codelco División Salvador, por la afectación al Salar de Pedernales, ubicado en la Región de Atacama.
El organismo estatal establece que la empresa minera ha causado un daño al ecosistema único de este sector por la extracción de agua durante 36 años.
Se argumentó que esta acción consistente en la extracción prolongada del recurso hídrico sin considerar la capacidad de regeneración, lo que "causó una serie de pérdidas, detrimentos o menoscabos significativos para el medioambiente y sus componentes".
Para el CDE "es posible establecer que la demandada incumplió con el deber de hacer un uso razonable de los recursos naturales renovables, de modo de asegurar la capacidad de regeneración y la biodiversidad asociada a ellos".
Lo anterior, porque Codelco División Salvador -que es dueña del 89 por ciento de los derechos de agua en la cuenta del Salar de Pedernales- hizo uso de la extracción dentro de los límites legales, pero no consideró la capacidad de regeneración del recurso hídrico, ni la biodiversidad asociada, lo que generó consecuencias de gran magnitud y relevancia.
En la demanda se estipula que Codelco debió prever que sus extracciones de agua afectarían el componente hídrico, la vegetación y los ecosistemas de la zona, más aún, por el carácter de sitio prioritario de Conservación de Biodiversidad con el que cuenta el salar desde el 2002.
Diversos daños a la zona
Otro de los aspectos que se fundamentan son los requisitos que establece la ley para configurar el daño ambiental y que dice relación con la acción u omisión; culpa, daño y la relación de causalidad entre la conducta de la empresa y el daño.
El documento presentado ante el Primer Tribunal Ambiental precisa los detrimentos significativos para el medioambiente y sus componentes debido a la extracción de agua, en especial porque se han dañado los componentes ambientales abióticos y bióticos que permiten que el salar sea un ecosistema único en el que se encuentra flora y fauna de características únicas, como por ejemplo, las vegas altoandinas y animales en peligro de extinción como el guanaco, puma, gato Colocolo y la vicuña.
En su demanda, el organismo estatal solicita al tribunal, que se le exija a Codelco reparar materialmente el daño mediante obligaciones relacionadas con un plan de monitoreo y control que contribuya a recuperar el acuífero del salar el que debe ser presentado previamente a la Dirección General de Aguas, DGA.
También, se solicita que la empresa presente ante el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, diversos estudios de flora, fauna y del ecosistema singular y único que presenta el salar y que depende de la disponibilidad hídrica del acuífero que existe en el lugar.
Por último, que la empresa establezca medidas de protección y conservación con el fin de eliminar amenazas y/o restaurar ecosistemas deteriorados.
La cuenca del Salar de Pedernales
La cuenca en la cual se emplaza el Salar de Pedernales se encentra en el sector cordillerano de la Región de Atacama a 3.370 metros sobre el nivel del mar a 40 kilómetros al este de la ciudad de El Salvador y cuenta con 3.592 kilómetros cuadrados de extensión.
El Salar de Pedernales, que tiene una superficie de 466 kilómetros cuadrados, registra la presencia de un Sistema Vegetacional Azonal Hídrico Terrestre, SVAHT, que es una formación de vegetación que constituye la base de un ecosistema singular y único, altamente dependiente de la disponibilidad hídrica del acuífero que existe en el lugar.