La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, marcó distancia de quienes creen que la mejor manera de combatir la violencia y la criminalidad es la "mano dura", y también se declaró en contra de facilitar el acceso de los civiles a las armas, como plantea el futuro gobierno de Brasil.
"Tengo la impresión de que frente a las situaciones de violencia e inseguridad, en muchas partes se piensa que la solución es la mano dura, como hacer que los militares se encarguen de la delincuencia, pero no estoy de acuerdo", dijo Bachelet en una conferencia de prensa en Ginebra, al ser consultada por las posiciones de Jair Bolsonaro.
El mandatario electo, quien asumirá el poder el 1 de enero, ha dicho que está decidido a cumplir con una de sus promesas de campaña, que fue flexibilizar el porte de armas de fuego para los civiles.
Bachelet discrepa de "dar armas sin control, porque hemos visto lo que ha sucedido en muchos lugares; gente que usa armas para tiroteos o que mata niños en las escuelas".
"Las armas son muy peligrosas en las manos de gente que no sabe como usarlas de manera adecuada", advirtió.
Dictaduras y democracias
Bachelet también respondió al ser consultada sobre la negación que hace Bolsonaro de que el régimen que dirigió Brasil entre 1964 y 1983 hubiese sido una dictadura, y sobre sus elogios a la dictadura de Augusto Pinochet. Para la ex Presidenta, nadie puede dudar de que ambas fueron dictaduras, y espera que "América Latina haya aprendido de eso".
"En Brasil hubo una dictadura y hubo víctimas de ella, torturas y comisiones que investigaron esto. En Chile tuvimos dictadura durante 17 años, Pinochet dio un golpe de Estado, mucha gente desapareció, fue asesinada o arrestada", comentó la alta comisionada.
La responsable de derechos humanos del ONU reconoció que la democracia puede no ser perfecta, pero sin duda es "la mejor manera en que la gente se puede desarrollar y tener los derechos y oportunidades que se merece".