Una nueva arista surgió en el caso Caval, donde ya hay 10 líneas de investigación por las irregularidades en la compra y venta de terrenos en Machalí por parte de la empresa de Mauricio Valero y Natalia Compagnon.
A la investigación por los delitos de violación de secreto, cohecho, delitos tributarios, soborno y negociación incompatible se sumó ahora un presunto lavado de activos.
Según publicó La Tercera, fuentes de la investigación que conducenn los fiscales Emiliano Arias, Sergio Moya y Marcia Allendes señalaron que el ex gerente de Administración y Finanzas de Caval, Marcelo Carreño, sostuvo durante un interrogatorio el pasado 12 de junio que en la empresa se manejaban montos en efectivo cuya procedencia él desconocía.
Esa declaración llamó la atención de los fiscales, sumado a otros antecedentes que manejarían los persecutores sobre la inversión de este dinero en efectivo por parte de los controladores de la firma Caval en el sistema financiero, que podría superar los 1.000 millones de pesos, según publica el matutino.
Por ello los fiscales encargaron diligencias al OS-9 de Carabineros para rastrear el dinero y saber dónde fue invertidos, en el marco de un posible lavado de activos. Además, el Ministerio Público ya ofició al Servicio de Impuestos Internos (SII) solicitando las declaraciones de impuestos de Compagnon y Valero.
"Estas indagaciones de carácter patrimonial han significado ir mucho más allá del simple alzamiento del secreto bancario para rastrear los fondos", dijo el 23 de junio la fiscal Allendes.
Consultadas las defensas de Compagnon y la de Mauricio Valero sobre esta arista declinaron referirse al tema.