El ex subsecretario del Interior Mahmud Aleuy habló por primera vez desde que entregó el cargo y aseguró que el Presidente Sebastián Piñera parece "el jefe de campaña" de la otrora Mandataria Michelle Bachelet, debido a las constantes menciones y críticas que hace la actual Administración respecto a la hoy alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
En conversación con El Mercurio, Aleuy comentó que "el Presidente Piñera ha hecho bien dos cosas: la primera, es haber mantenido cohesionado, hasta ahora, a su sector político, anulando al candidato presidencial (José Antonio) Kast de una manera francamente increíble".
"La segunda que ha hecho, para mi sorpresa, es mantener el liderazgo de Bachelet en Chile, acrecentándolo en Latinoamérica y el mundo. Eso nunca me lo esperé...", sostuvo la ex autoridad.
Complementando ese juicio, Aleuy expuso que "Piñera es el jefe de campaña de Michelle Bachelet". ¿Las razones? "A diferencia de muchas personas, no soy experto en esa área, no creo que sea un problema psicológico como dicen algunos", precisó, apuntando que se trata de una "estrategia política nítida y clara".
Aleuy planteó que "el Presidente ha hecho esta estrategia de mantener el liderazgo de Michelle Bachelet por dos razones políticas: una, porque mantener en la retina del chileno el liderazgo de Bachelet le permite hacer una política, que considero artera, de echarle la culpa de un conjunto de problemas de gestión que tiene hoy este Gobierno al anterior. Y la segunda, es porque con eso mantiene a raya a los nuevos liderazgos que puede construir la oposición".
Además, respecto al primer año de la Administración Piñera, concluyó que "el Gobierno ha asumido con demasiado entusiasmo una estrategia de polarización de la política. (...) Se han enfrascado en dividir a la gente entre buenos y malos, entre patriotas y antipatriotas", y aquello, "de persistir -advirtió-, se corre un grave riesgo: que tengamos una fractura en las relaciones".
La oposición, sin capacidad de "asumir tareas"
El ex subsecretario también hizo un análisis a la oposición, asegurando que "no se le puede pedir a una coalición que tuvo una severa derrota en una candidatura presidencial que se reponga al otro día. Eso no existe. La coalición necesita tiempo, porque la derrota fue severa".
Bajo esa premisa, el ex subsecretario explicó que "tengo la impresión de que después de nuestra dura derrota, no hemos logrado tener la capacidad de asumir al menos cuatro tareas: la primera, reivindicar el prestigio de la política y la honestidad; la segunda, evitar la polarización política; la tercera, enfrentar las elecciones de gobernador y alcaldes en unidad, porque si no hay unidad, la oposición va a perder; y la última, reconfigurar las desigualdades que existen en nuestra sociedad y construir soluciones para eso".
Finalmente, hizo una autocrítica respecto a su gestión en la Subsecretaría del Interior durante los cuatro años del segundo Gobierno de Bachelet. "No fui capaz de arreglar los problemas de La Araucanía. No fui capaz, y eso es un dato de la realidad. Estimo que hicimos un tremendo esfuerzo, pero no se pudo", entre otras causas, porque "a muchos les conviene que los conflictos territoriales se mantengan".
