El Presidente Gabriel Boric le dio la bienvenida a la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, quien esta jornada anunció que no se presentará para un nuevo mandato.
"Bienvenida de vuelta!", respondió el Mandatario al tuit publicado por la ex Presidenta donde da a conocer su decisión: "No buscaré un segundo mandato por motivos personales. Es hora de volver a Chile y estar con la familia. Insto a los Estados a que identifiquen un terreno común para lograr soluciones a nuestros desafíos compartidos en materia de derechos humanos", dijo.
Consultada por el retorno de Bachelet en una rueda de prensa desde La Moneda, la vocera Camila Vallejo dijo que como Gobierno "valoramos el trabajo de la ex presidenta en un cargo tan importante a nivel internacional, representando no solo a las mujeres, sino que una gran y comprometida agenda en materia de derechos humanos".
"Ella, como ex presidenta, me imagino que como cualquier ex presidente tendrá interés de ser parte de un momento histórico de cara al Plebiscito del 4 de septiembre, sea cual sea las posiciones", afirmó la portavoz gubernamental.
Por su parte, la nueva presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, manifestó en El Diario de Cooperativa que espera que en su regreso a Chile, la ex Mandataria Michelle Bachelet tome un "rol activo" en la campaña por el Apruebo de cara al Plebiscito de septiembre.
Bachelet eligió la presentación del informe sobre las actividades de su oficina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para confirmar algo que muchos sospechaban que haría, aunque más tarde aseguró a los periodistas que la decisión la tomó hace dos meses.
Aseguró que, en ese momento, informó de ello al secretario general de la ONU, António Guterres, a quien explicó que su decisión se debe a "motivos personales" y a que "ya no soy una mujer joven y después de una larga y enriquecedora carrera, deseo retornar a mi país y a mi familia".
Además, apuntó que esto no tiene relación con las críticas que ha recibido sobre su viaje a China, ya que después de tantos años siendo una figura pública está acostumbrada a recibirlas y a tomarlas en cuenta.
El cargo de alto comisionado para los derechos humanos, que Bachelet entregará el próximo 31 de agosto, está cargado de una autoridad moral muy fuerte y recae en una personalidad respetada, en muchas ocasiones vinculada al mundo de la judicatura.
De lo que no cabe duda es que el sucesor de Bachelet se encontrará con un despacho repleto de expedientes de violaciones de derechos humanos en todo el mundo, una situación agravada por la expansión del autoritarismo, la guerra en Ucrania, la crisis global de desplazamiento forzoso y la crisis alimentaria que ha empujado a más de 300 millones de personas al borde del hambre.
El puesto de alto comisionado para los derechos humanos es uno de los más desgastantes dentro de la ONU y los segundos mandatos son más bien raros.