Este lunes entró en vigencia la ordenanza "contra el acoso callejero y las manifestaciones ofensivas" aprobada recientemente por el Concejo Municipal de Las Condes.
La normativa define como "conducta de acoso callejero" a "toda práctica de connotación sexual no consentida cometida en contra de una o más personas en lugares o espacios públicos, o de acceso público, tales como, silbidos, comentarios o gestos obscenos, piropos, persecución a pie o en vehículo, arrinconamiento, captación de imágenes, videos o cualquier otro registro audiovisual" (ver archivo adjunto).
La iniciativa se puso en marcha con la simbólica instalación de letreros en las 63 construcciones que actualmente operan en la comuna: "Aquí no molestamos ni ofendemos a nadie. Estamos en contra del acoso callejero", dice el mensaje, que será replicado en plazas y paraderos.
"Estamos dando el puntapié inicial a esta ordenanza. El objetivo es elevar el nivel de respeto en el espacio público de Las Condes, que nadie se sienta ofendido", explicó el alcalde Joaquín Lavín (UDI).
"La ordenanza se centra en el acoso callejero, en el acoso sexual, que queremos desterrar de las calles, de los parques, de las plazas; queremos que nunca más una mujer tenga que cruzar la calle para no pasar frente a una construcción, que tenga que dar vuelta a la manzana (para evitar comentarios ofensivos); que eso, de verdad, se acabe", remarcó Lavín.
El jefe comunal explicó que, para su concreción, "hay un procedimiento por el cual todos los que se sientan ofendidos pueden llamar al teléfono de emergencia municipal, 1402", o escribir al mail seguridad@lascondes.cl, y advirtió que las multas para los infractores pueden llegar hasta los 250 mil pesos (van de las tres a las cinco UTM).
El llamado es a obtener la mayor cantidad de pruebas a través de testigos y/o grabaciones con celular. Habrá además capacitaciones para funcionarios, inspectores municipales y carabineros.
Ministra Pla llama a superar "el Chile de siempre"
El alcalde Lavín fue acompañado en la actividad por la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Pla, quien valoró la iniciativa: "Es muy importante que tengamos claro que estamos dando un paso desde el Chile de siempre, que toleraba ciertas prácticas, a un Chile que no tolera nada que sea discriminatorio o que lesione la dignidad de las personas".
Hablan los obreros
Históricamente los piropos se consideraron "parte de la cultura" del mundo de la construcción. Justamente por ello la instalación de los carteles comenzó en las obras.
Consultados por Cooperativa, varios de los trabajadores presentes reconocieron que ésta es una práctica ofensiva, que debería ir quedando en el pasado.
"Yo creo que a medida que vamos madurando nos vamos dando cuenta, porque después somos padres, tenemos hijas y no nos gustaría que las piropeen de mala forma", amditió un trabajador.
"A mí no me gustaría que a mi hija la piropearan en la calle. Yo tengo hijas mujeres y no me gustaría que ellas fueran caminando al lado de una construcción y las piropearan de manera grosera... Hay muchos hombres muy desubicados y un piropo ofensivo a una mujer le duele", reflexionó otro obrero de la construcción.