Pese a que advirtió que el divorcio no era lo que esperaba para el país, el arzobispo de Santiago rescató aspectos positivos de la nueva ley.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, cardenal Francisco Javier Errázuriz, dijo que la aprobación este jueves en la Cámara de Diputados de la nueva Ley de Matrimonio Civil, más conocida como la "ley de divorcio", implica un gran desafío para la acción pastoral, de ahora en adelante.
El arzobispo de Santiago agregó que esa aprobación era algo que se veía venir, aunque no es lo que la Iglesia esperaba para el país.
Sin embargo, el cardenal valoró el reconocimiento del enlace religioso previo al civil.
También destacó la protección que el texto brinda a los hijos y al cónyuge más débil y la próxima implementación de los tribunales de la familia.
