La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, aseguró que actualmente están trabajando en "aumentar la sensación de seguridad en la calle a través de mejoras en estos espacios públicos", tras las últimas denuncias de acoso callejero que se han tomado, principalmente, los barrios universitario y el transporte público.
En las últimas semanas se han dado a conocer una serie de denuncias de mujeres que se han visto vulneradas en el transporte público, como el Metro de Santiago, como en los barrios universitarios de la capital. A esto se suma una serie de acusaciones de niñas y adolescentes que han sufrido acoso por parte de compañeros, en un contexto escolar.
En conversación con Cooperativa, Orellana señaló, en esta línea, que están trabajando en conjunto con el Ministerio de Educación en una mejora al protocolo, y también en "transmitirle a las familias que existen vías de denuncia en las escuelas: en primer lugar, todos los adultos dentro de la comunidad educativa tiene la obligación legal de denunciar a la justicia cualquier hecho que sea constitutivo de delito y afecte a menores de edad; y, en segundo lugar, existe la posibilidad de la denuncia a la Superintendencia de Educación cuando son temas que involucran a dos estudiantes".
Respecto al acoso callejero, la autoridad indicó que "en general las calles se han vuelto más inseguras después de dos años que estuvimos replegadas en nuestros hogares", lo que ha quedado al descubierto con el retorno a las clases presenciales, sin embargo, recalcó que "las drogas de contacto no funcionan de forma inmediata", haciendo referencia a una serie de denuncias que han existido en redes sociales.
"El Instituto de Salud Pública y el CITUC de la Universidad Católica han sido claros de que las drogas de contacto no funcionan de forma inmediata, no existen las drogas de contacto de tal forma que te lanzan algo y tu en dos segundos ya recibiste los efectos", explicó, y apuntó que no sabe si existe un fenómeno de "psicosis colectiva", pero que sí "quienes están acosando pueden estar aprovechando de la alarma que genera en las mujeres y la sensación de inseguridad permanente".
La ministra apuntó que están trabajando "en aumentar la sensación de seguridad en la calle a través de mejoras en estos espacios públicos, lo estamos conversando con el Ministerio de Transportes y lo estamos conversando también, en el caso de Santiago, con el Gobierno Regional Metropolitano".