Rosa Devés, primera mujer en la historia en haber sido elegida como rectora de la Universidad de Chile, aseguró que en una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, además de los "pendientes globales" en materia de equidad de género, también existen "amenazas de retroceso".
"Hay visiones ideológicas que no comparten esto, y que piensan que la sociedad estaba bien ordenada con las mujeres cuidando y preocupándose de sus familias, y los hombres proveyendo. Eso se está dando internacionalmente", relevó en El Diario de Cooperativa.
Asimismo, "hay voces -sobre todo a nivel internacional- que están atacando justamente a las universidades por sus políticas de equidad e inclusión en un sentido más amplio: los sistemas especiales de acceso, de acción afirmativa, están siendo cuestionados en los Estados Unidos".
Considerando este escenario, la académica manifestó que "no sólo hay que avanzar, que lo hay que hacer; hay que defender lo logrado también".
Entre los "avances importantes" que se han conseguido al menos en la última década, mencionó el reciente despacho de la ley integral que consagra el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia: "Siete años nos tomó; no podemos celebrar aquello, pero sí está la ley".
"Tenemos avances institucionales importantes también (...) cuando reviso a todos quienes trabajan en la universidad, son muchas personas, y esto no existía en absoluto en el 2014. Son 10 años de construcción, y que se ha dado en el marco del compromiso con la equidad y la inclusión en un sentido más amplio", destacó.
En definitiva, "creo que sí hay avances no sólo en el acceso al poder de las mujeres, que también se da, sino que en una vida más justa".
"UNA SOCIEDAD MÁS IGUALITARIA"
En cuanto a lo que está pendiente, la rectora planteó: "¿Más poder para las mujeres para qué? ¿En qué condiciones? ¿Para qué sociedad? Y pienso muy profundamente que lo que se requiere es más mujeres para una sociedad más cohesionada, más igualitaria, que supere las desigualdades".
"Pero también -continuó- que logre espacios de comprensión, de entendimiento, de mirada común, y eso requiere de una conversación y un diálogo permanente para ir generando esos ambientes de entendimiento".
Como líder de la histórica casa de estudios, reflexionó que "a veces, a las mujeres que estamos en posiciones de poder nos pasa que, si hablamos menos golpeado de lo que estamos acostumbrados a escuchar, podría interpretarse más bien como una debilidad".
"Por el contrario, creo que hay que atreverse y ser valientes en cambiar el tono, que no significa en ningún momento aceptar la injusticia, y no luchar fuertemente por los cambios, pero ojalá con mucho diálogo, con escucha, haciendo esfuerzos por entender la posición de los otros y las otras, y en eso estamos también en la formación, en la educación", remató.