Subsecretario Rosende pidió no desestimar labor policial ante nuevos casos.
Calificó la ocurrencia de estos hechos como algo esporádico.
Un reforzamiento de las normas de probidad y de comportamiento funcionario es lo que estima necesario realizar el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, dentro de la Policía de Investigaciones, tras el caso de espionaje entre detectives que derivó en la salida del ex subprefecto Oscar Gutiérrez.
"Evidentemente cuando tenemos a un ex funcionario procesado y formalizado que ha tomado fotos de uno de sus superiores, uno tiene que evaluar qué tipo de delincuente tenemos. Ahí hay un tema que implica y requiere no sólo reforzar los controles internos de la policía sino también reforzar las normas de probidad y comportamiento funcionario", explicó la autoridad.
En todo caso, Rosende dijo a El Diario de Cooperativa que "no me parece raro que un delincuente intente tener para su respaldo pruebas y fotografías que puedan desarticular y aminorar la potencia moral de la policía para combatirlo, pero se equivocan quienes piensan que eso pueda ocurrir".
El subsecretario pidió también no "echar por la borda por este tipo de hechos" todo el trabajo de la policía, ya que ésta ha modernizado y profesionalizado su trabajo "y de ello da cuenta no sólo el aprecio ciudadano sino importantes logros policiales"
"Es la propia PDI la que, producto de las investigaciones internas, ha logrado sancionar a los funcionarios que se han apartado de la correcta línea de trabajo", dijo Rosende, destacando que el aporte de todos los directores de la entidad y su actuación "es mucho mayor que estos hechos esporádicos".
Marcha positiva
Rosende también evaluó positivamente el desarrollo de la marcha convocada por la CUT el jueves recién pasado, señalando que éstas lograron conciliar "el derecho que tiene cualquier persona en Chile a manifestarse y expresas sus demandas, y el derecho del resto de la ciudadanía que no tiene interés en eso a seguir con su vida diaria".
El subsecretario destacó que, gracias a la preocupación de la CUT y la Policía por aislar y excluir a los grupos violentistas se logró una marcha "ordenada, con muy pocos incidentes y muy pocos detenidos".
