Funcionarios aseguraron que no se percataron de lo ocurrido y ofrecieron disculpas a sus compañeros.
La institución realiza una investigación interna para ahondar en la falta de apoyo al detective fallecido.
Dos subprefectos y un comisario de la PDI estaban presentes al momento del asalto a un local comercial en Santiago Centro donde el subcomisario Franco Collao falleció al repeler el robo.
El subcomisario, que estaba de vacaciones, realizaba compras junto a su esposa -también funcionaria de la PDI- cuando un grupo de delincuentes intentó asaltar un local de venta de juguetes. Allí, Franco Collao enfrentó a los sujetos identificándose como policía, sin embargo, recibió un letal impacto de bala.
Sólo uno de los delincuentes (Carlos Cataldo) está en prisión preventiva, mientras el resto continúa prófugo: Pablo Andrés Letelier Fica, presunto autor material del disparo que mató al detective, Nelson Giovanni Núñez Letelier y Daniel Alberto Olivares Severino.
La propia Policía de Investigaciones confirmó el hecho e instruyó un sumario administrativo, según informó Tele13 que precisó que "la investigación interna apunta a conocer por qué no se le brindó apoyo ni auxilio" al detective, quien falleció en un centro asistencial tras recibir el impacto de una bala.
A través de un comunicado de prensa, la institución afirmó que investigará el hecho para "establecer o descartar las responsabilidades que le pudieran corresponder al personal en cuestión, conforme a su ubicación al interior del lugar y conocimiento de lo ocurrido".
La PDI tiene la obligación, por juramento, de intervenir en este tipo de situaciones, tal como lo hizo el subcomisario.
Consultado por la eventualidad de una posible negligencia funcionaria, el prefecto inspector Sergio Claramunt, jefe nacional de la Brigada de Homicidios, señaló que "todo esto está en periodo de investigación" y "más antecedentes podremos dar posteriormente".
Funcionarios se disculpan
El programa "Medianoche", de TVN, accedió a dos de las tres cartas que enviaron los funcionarios de la PDI en la que ofrecen disculpas a sus compañeros y donde aseguran que no se dieron cuenta de lo ocurrido.
Una de las misivas dice: "Al escuchar las sirenas de Carabineros y, volviendo todo a la normalidad en la tienda, la gente se incorporó y comenzó a salir, con ellos yo también".
La funcionaria relata que "posteriormente y camino a mi domicilio me llama mi marido (oficial de línea, como ya todos saben) y me cuenta que había un colega herido... Fue en ese instante que llamé e informé que yo había estado en el lugar, siendo posteriormente citada a declarar a la Brigada de Homicidios".
"No hagan leña del árbol caído, no es justo que me juzguen sin saber, que se hable de mí con un total desconocimiento de lo ocurrido. Apelo al profesionalismo de cada uno de ustedes. Si algún error administrativo cometí, ya lo determinará el proceso correspondiente", agrega la misiva.
En ella además enfatiza que "mi posición no me permitió observar en demasía a los sujetos de los cuales pude ver a dos y uno de ellos con un revólver, posteriormente los sujetos puede ver que se desplazaban perdiéndolos de vista, y luego una empleada del local preguntaba si estaban todos bien".
"Así fue la situación y la errónea decisión que tomé, que arrastró a la colega de mi dotación con el propósito de no mal interpretar los hechos y mi permanencia en dicho lugar junto a mi colega, di cuenta a mi superior haciendo mención que no había estado en el lugar enfrentando mi error de forma tardía el día viernes", agrega.
