Turquía con el 25,3 por ciento, Israel con el 23,2 por ciento, España con el 22 por ciento y Chile con el 21,1 por ciento son los países de la OCDE con mayor porcentaje de niños pobres, muy por encima del 13,2 por ciento de media, que se ha incrementado en casi dos tercios en la pasada década.
Las cifras aparecen en un informe publicado este martes en el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subraya que los niños que viven en familias pobres no solo sufren las consecuencias desde sus primeros años, sino que quedan lastrados para su vida adulta.
Por detrás de esos tres países se sitúan Estados Unidos (20,9 por ciento), México (19,8 por ciento), Lituania (17,7 por ciento), Grecia (17,6 por ciento), Italia (17,3 por ciento) y Portugal (15,5 por ciento).
Los porcentajes son todavía más elevados en otros países en desarrollo para los que también hay estadísticas en el estudio: China (33,1 por ciento), Sudáfrica (32 por ciento), Brasil (30,1 por ciento) y la India (23,6 por ciento).
En todos ellos, como en la mayoría de los países miembros, la tasa de pobreza infantil es superior a la del conjunto de la población.
Esa pobreza infantil se sitúa por debajo del 8 por ciento en Noruega (7,7 por ciento), Eslovenia (7,1 por ciento), Islandia (5,8 por ciento), Finlandia (3,3 por ciento) y Dinamarca (2,9 por ciento).
La pobreza estadística es un concepto relativo en el que se incluyen a los miembros de las familias cuyos ingresos están por debajo del 50 por ciento de la media del país.
Por otro lado, y aunque no existen datos comparables para todos sus Estados, la OCDE estima, a partir de una revisión en 2009 de estudios de algunos de ellos, que entre el 5 y el 10 por ciento de las niñas y del 1 al 5 por ciento de los niños sufren alguna vez abusos sexuales con penetración.
El maltrato físico afecta además cada año a entre el 4 y el 16 por ciento de los niños.