Las autoridades ariqueñas revisan los últimos detalles para la llegada del vuelo de repatriación de migrantes venezolanos, que partirá pasadas las 4:00 horas del domingo desde el Aeropuerto de Chacalluta, con aproximadamente 150 pasajeros.
En estas horas previas al operativo, se están desarrollando coordinaciones con el Senapred, la Dirección General de Aeronáutica Civil, el Ejército, la PDI, la Fiscalía y Carabineros para facilitar el viaje, que se extenderá por una hora y media o dos horas.
La noche del viernes, más de 120 personas fueron trasladadas desde la Línea de la Concordia hasta un albergue de Arica, desde donde saldrán al aeropuerto el domingo.
El delegado presidencial de Arica y Parinacota, Ricardo Sanzana, afirmó que "es tremendamente importante todo lo que ocurra antes de ese momento, porque lo que debiera suceder apenas arribe el avión es que la gente pueda embarcarse sin ningún otro inconveniente, y hemos estado resolviendo todos los temas que tienen que ver con quienes pueden subir".
"Nuestro compromiso con la infancia es total, y en ese mismo sentido, mientras antes podamos trasladar a los niños de ese espacio a un lugar mucho más seguro para preparar el viaje, vamos a estar trabajando especialmente en esa consideración", apuntó.
ALCALDE PIDE QUE FUTUROS VUELOS PARTAN DESDE OTRAS CIUDADES
Después de que se confirmara esta solución a la crisis en la frontera, comenzaron a llegar otros migrantes a la zona en horas de la noche, aunque el flujo no ha aumentado en gran magnitud, pues de momento son aproximadamente 300 personas las que permanecen allí.
No obstante, el alcalde Gerardo Espíndola hizo ver que durante los levantamientos sobre el origen de ellos, han constatado que "la mayoría de la gente que ha llegado para salir de Chile hacia Venezuela viene de Santiago, debe ser cerca del 70% de las personas", y por tanto, se preguntó "¿para qué van a venir a Arica a tomar un avión, siendo que lo podrían tomar en Santiago, en Iquique, en Antofagasta, o en lugares donde (generalmente) se concentran?".
El jefe comunal advirtió que "existe una presión hacia la ciudad por esta situación, porque las personas están durmiendo a la intemperie, no están con las condiciones sanitarias básicas ni de higiene. Sólo el fin de semana que pasó, cinco personas fueron trasladadas a centros de urgencia, tres niños y dos adultos, y entre esos adultos, una mujer embarazada que estaba con síntomas de aborto. Entonces no es menor lo que pasa en la frontera".
