El Centro de Estudios Públicos lanzó este lunes un libro con el que busca responder diferentes preguntas y ofrecer una mirada "multidimensional" sobre el fenómeno de la inmigración en Chile.
En 10 capítulos y poco más de 400 páginas, el libro, editado por la investigadora Isabel Aninat y el ex presidente del Banco Central Rodrigo Vergara, aborda la integración en nuestro país de la población de migrantes que ha ido creciendo exponencialmente en los últimos 15 años.
Aninat expuso que la investigación detectó "brechas en cómo se incorporan al sistema de salud, de pensiones, cómo acceden a subsidios, y eso en parte se responde porque no hay mucha información disponible en todos los ámbitos, no solo a nivel central, sino que a nivel de gobiernos locales y regionales".
Vergara, en tanto, resaltó que llama "la atención también el esfuerzo que hacen los inmigrantes por integrarse a Chile, el esfuerzo en términos de cantidad de horas de trabajo, de su participación en el mercado laboral, de su desempeño en educación".
Entre algunas conclusiones que entrega el texto, titulado "Inmigración en Chile: una mirada multidimensional", se destaca que los extranjeros que vienen a Chile poseen mayor tiempo de estudio en promedio que los chilenos; y que en los últimos años en el país ha disminuido la percepción de que los extranjeros quitan trabajo a los nacionales.
Principales cambios
Entre las conclusiones que se sacan con este estudio, se encuentra que en 2006 los migrantes tenían un mayor salario promedio que los chilenos (530 y 305 mil respectivamente), mientras que en 2017 cambió a 547 y 531 mil, con una caída del 29,7 por ciento para los extranjeros.
En materia de pobreza, la cifra de los migrantes se ha mantenido en 24 por ciento, mientras que la de los locales bajó desde un 29 a un 19,6 por ciento desde 2013 a 2017. Una preocupante cifra es que el 45 por ciento de los pobres provienen de Haití.
En relación a la distribución, un 64 por ciento de los migrantes vive en zonas metropolitanas en Biobío, Valparaíso y la Región Metropolitana. Las comunas de Antofagasta, Independencia y Quilicura aumentaron su proporción de extranjeros en más de nueve veces, mientras que Santiago, Iquique, Recoleta, Estación Central y Calama lo hicieron entre cinco y siete veces.
La percepción de los chilenos ante la frase "los inmigrantes le quitan el trabajo a las personas nacidas en Chile" es aprobada por un 40 por ciento de los chilenos, drástica baja desde el 63 por ciento del 2003.
Sin embargo, ante la frase "los inmigrantes elevan la criminalidad", la percepción positiva subió desde el 35 a un 41 por ciento.