El subsecretario de Interior expuso ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja.
En paralelo, los diputados de la mesa de Constitución comenzaron la revisión de las modificaciones introducidas por el Senado a la polémica Ley de Migraciones.
El subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, expuso ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputadas y Diputados sobre la creciente ola de migración irregular en la zona norte de Chile, alertando sobre un "incipiente" aumento de casos de tráfico de migrantes y trata de personas.
"La delincuencia organizada en nuestro país está más bien asociada al narcotráfico y al contrabando, que son crímenes transfronterizos. Sin embargo, hay dos fenómenos incipientes, que son de gran precupación, y, por eso mismo, también fueron incoroprados en nuestra Política Nacional de Delincuencia Organizada, como lo son el tráfico de migrantes y la trata de personas", expuso Galli en la sesión de ayer martes.
Frente a estos fenómenos, el subsecretario señaló que "hay mesas especiales de trabajo con el Ministerio Público, porque, además, como son delitos transfronterizos requieren de una gestión necesariamente con las autoridades persecutoras y judiciales, muchas veces de países fronterizos".
En Chile, un país que hasta el inicio de las protestas del pasado octubre era muy atractivo para migrar por su estabilidad política y económica, hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 por ciento de la población.
Los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos, según el Departamento de Extranjería y Migración (DEM).
Desde la sociedad civil, el sacerdote Tomás Vicuña, director del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), subrayó en la sesión la necesidad de una respuesta regional al alza de la inmigración, con especial foco en el éxodo venezolano.
"Las personas venezolanas están huyendo, tienen un perfil más de refugiados que de migrantes. ¿Cómo lo hacemos? ¿Tiene Chile que recibirlos a todos? No, pero como se debe a una realidad y una crisis regional se debe una respuesta regional. No digo que Chile sea el único país que se tenga que hacer cargo de esta realidad, para nada. Tomando, además, en cuenta que en Perú hay 900.000 personas venezolanas, en Colombia más de un millón y medio", dijo el jesuita.
En Chile, dijo Vicuña, "por el sólo hecho de estar la pareja, el hijo o la hija, qué mamá o papá no quiere estar con su hijo o su hija. Esa es la realidad. Tienen que cumplir las leyes, obvio, pero al mismo tiempo hay algo que nos sobrepasa: 'Mira, en mi país nos están matando, yo no puedo esperar'".
En paralelo, la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara Baja dio inicio a la revisión de las modificaciones introducidas por el Senado al polémico proyecto de Ley de Migraciones, que propuso el Presidente Sebastián Piñera para endurecer las fronteras y frenar la creciente ola de migración irregular, y que ha recibido críticas de la oposición y la sociedad civil.
La reforma se encuentra en tercer trámite constitucional y calificado con urgencia de discusión inmediata por el Gobierno.
A la sesión de ayer martes asistieron el jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, y el jefe de la División de Relaciones Políticas e Institucionales del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, Máximo Pavéz.
Tras el debate sostenido al interior de la instancia, la comisión comenzó a revisar el articulado, optando por votar las diferentes recomendaciones, primando en varios casos los textos que fueron despachados en primer trámite por la Cámara porque serían más claros en los temas que ahí se abordan.
La Comisión acordó continuar con la revisión este miércoles, para despachar el proyecto que se verá en Sala el próximo jueves 8 de octubre.
