El ex ministro de Educación Gerardo Varela defendió la decisión de su ex jefe, el Presidente Sebastián Piñera, de no suscribir el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas.
En una columna de opinión publicada en El Líbero y titulada "Migración sí, invasión no", el abogado advierte que "hay que ser cuidadosos en meternos en acuerdos internacionales, porque son buena onda y nos dejan bien frente a la burocracia internacional que no paga ningún costo por estar equivocada, (pero) los pactos se firman porque convienen a los intereses de nuestro país", y "en el (Pacto) Migratorio no está claro si somos Colón o Moctezuma".
"Cuando Colón llegó a América traía buenas y malas noticias. Entre las buenas venían los números árabes, el derecho romano y la rueda; entre las malas, la sífilis, la viruela y las armas de fuego. Se encontró en el Nuevo Mundo también con cosas buenas como el maíz, la papa y mucho oro, pero con malas como el canibalismo y los sacrificios humanos. El secreto de una buena política de inmigración es que llegue gente que nos traiga la rueda, pero no las armas. Esa política, en el caso de Chile, debe parecerse más a la de Pérez Rosales que a la del gobierno de Bachelet", sostuvo Varela.
El ex secretario de Estado dice que el documento suscrito por 160 países "es un pacto omnicomprensivo y con no pocos oxímorones, como el realismo sin renuncia de Madame Bachelet, que buscan dejar tranquilos a moros y cristianos, pero que en realidad no dejan tranquilo a nadie, porque no ponen término a los problemas, sino que son el origen de nuevos".
"Los problemas de vulneración de derechos humanos migratorios no los tenemos en Chile, los tiene Venezuela, Cuba y Corea del Norte", señala más adelante, y sostiene que "lo más parecido a la trata de personas que existe hoy por estos lares es la venta cubana de profesionales, como el programa llamado 'Mais Médicos', que llevó a 18 mil médicos cubanos a Brasil", mientras "Cuba no deja salir a los doctores con sus familias y el 70% de su remuneración la recibe el Estado Cubano".
"Seamos serios"
Exhorta luego Varela: "Seamos serios. El Pacto de Inmigración o es un documento jurídico o es un documento político. Si es jurídico, estuvo bien no firmarlo, porque los actos jurídicos no vinculantes tienden en el tiempo a transformarse en vinculantes (...) Por el contrario, si es un documento político, no agrega nada a lo que ya tenemos desde el Código Civil de 1855, que dice que Chile no discrimina entre chilenos y extranjeros".
Para el ex ministro, en definitiva, "no firmar este pacto significa no aceptar invasiones, como en el gobierno de Bachelet, pero sí ordenar las migraciones, como intenta hacerlo este gobierno".
El documento "a Chile sólo le quita soberanía para ordenar la forma de dar la bienvenida a Colón, sin que terminemos como Moctezuma", finaliza la columna.