Tal como lo hizo la última jornada en conferencia de prensa o como lo hizo su Gobierno durante la semana, el Presidente Sebastián Piñera explicó nuevamente, por cuarta vez, las razones por las que decidió que Chile no suscriba el Pacto Global para la Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU.
Mediante una declaración pública, dada a conocer por Presidencia, el Mandatario vuelve a hacer hincapié en los desafíos que ha debido sobrellevar su Administración tras el "desorden alarmante" que asegura dejó el Gobierno de Michelle Bachelet en la materia.
"Nuestro Gobierno promueve una migración segura, ordenada y regular (...) Chile tiene una política de puertas y brazos abiertos para acoger a aquellos migrantes que vienen a nuestro país a iniciar una nueva y mejor vida, a respetar nuestras leyes, a integrarse a nuestra sociedad y a aportar al desarrollo de Chile", insiste en el texto.
"Encontrarán, sin embargo, una política de puertas cerradas aquellos que intenten ingresar a nuestro país para causarnos daño como bandas de delincuentes, crimen organizado, narcotraficantes o trata de personas", aclara.
Asimismo, Piñera recalca que su posición está en creer que "toda persona tiene derecho a dejar su país en busca de una nueva y mejor vida", contrario a uno de los argumentos esgrimidos inicialmente por La Moneda para rechazar el pacto, de que "inmigrar no es un derecho humano".
Apunta, en ese marco, que "todo país tiene derecho a decidir, como explícitamente lo reconoce el Comité de DDHH de Naciones Unidas, qué migrante y bajo qué condiciones puede ingresar a su territorio".
¿Por qué el pacto lesiona el interés de Chile?
Tras eso, expone tres argumentos que lo motivaron a no adherirse al acuerdo, complementando una de las ideas generales que formuló ayer viernes ante los medios, de que el pacto "lesiona y no resguarda el interés de Chile y los chilenos".
"No resguarda adecuadamente los legítimos intereses de Chile y los chilenos", reitera en la declaración.
Inmediatamente Piñera arguye que el pacto "incentiva la inmigración irregular, al fomentar el trabajo informal, al promover el ingreso de los denominados 'inmigrantes vulnerables', al dificultar la detención de migrantes irregulares y otorgarles acceso a pensiones sin reunir los requisitos, al hacer difusa la distinción entre migrantes y refugiados y entre migrantes irregulares y regulares, lo cual perjudica la situación de los refugiados, que sufren persecuciones, y de los migrantes regulares, que respetan nuestras leyes".
Agrega que el documento de la ONU "establece el deber de revisar nuestra legislación, políticas públicas (...) promover la suscripción de nuevos acuerdos bilaterales y regionales", así como "el deber del Estado de crear condiciones para el desarrollo económico y social de los migrantes expulsados, después de retornar a su país de origen, fijando deberes específicos para el país del cual fueron expulsados en materia de protección social, asistencia sicológica y oportunidades de empleo en el país de origen".
Finalmente, el jefe Estado asegura que "se limita el derecho soberano de todo Estado a decidir cómo resguardar sus fronteras, quién y bajo qué condiciones ingresa a su territorio y a quiénes otorga beneficios".
Y si bien reconoce que el pacto no es vinculante, apunta que "si Chile lo adopta se compromete con su espíritu y contenido", que "puede tener efectos políticos y jurídicos" y detalla que el documento "utiliza 86 veces la palabra compromiso y 15 veces la palabra deber".
"Claro que es vinculante"
Posteriormente, en una conferencia de prensa en la sede de RN, Piñera se refirió a las críticas a su decisión y desarrolló punto anterior.
"Hemos escuchado que el pacto no es vinculante, ¿qué significa eso? ¿Firmamos los pactos para no cumplirlos? Claro que el pacto es vinculante", aseveró, agregando que "cuando un país serio y honorable como Chile firma un pacto es porque tiene la firme intención de cumplirlo".
"Ahora puede que el pacto diga que no es vinculante legalmente, pero evidentemente tiene consecuencias políticas y jurídicas, porque evidentemente nos van a juzgar los organismos internacionales, las ONG, en función de si hemos o no cumplido el pacto, y cómo vamos a cumplir un pacto que creemos que es malo para Chile", concluyó.
"¿Alguien nos preguntó a nosotros alguna vez algo respecto de la desastrosa política de migración que aplicó el gobierno anterior? ¿alguien nos preguntó alguna vez si era bueno o malo que entrara a Chile, a sabiendas y bajo el conocimiento del gobierno, cientos de miles de migrantes que sabíamos que venían en forma irregular?", preguntó el Mandatario.
"Yo quiero que la política de migraciones de nuestro país se discuta en Chile, en Valparaíso y no en Marrakech ni en Nueva York", aseveró.
