Entre los puntos visados destaca aquel que impide la devolución al país de origen a aquellos inmigrantes que lleguen a Chile argumentando ser víctimas de persecución.
El Gobierno insiste en que se rechacen las indicaciones de la oposición y fustigó una del Frente Amplio que otorga la residencia a quienes logren permanecer dos años.
Superado el "bochorno" ocurrido al comienzo de la sesión, la Sala del Senado inició este jueves el debate y las primeras votaciones en particular del proyecto de Ley de Migraciones, con el llamado del Gobierno -que lo impulsa- a rechazar las indicaciones propuestas por la oposición, que resiste la iniciativa.
En la antesala se advertía una sesión procedimentalmente compleja, ya que el texto contiene casi 200 artículos trabajados en tres comisiones, la de Hacienda, la de Derechos Humanos y la de Gobierno, en segundo trámite constitucional, y con la amenaza de un eventual veto presidencial si la reforma no es despachada como el Ejecutivo pretende.
Se esperan decenas de votaciones sobre el proyecto, cuyos artículos han sido agrupados entre los de mayor consenso para dejar hacia el final los más controvertidos, en una sesión que es totalmente virtual, sin sistema de votación automático, por lo que se le tendrá que preguntar uno a uno a los 43 parlamentarios cómo vota cada vez.
En la sesión especial de hoy fueron aprobados los primeros paquetes de artículos, entre los que destaca el principio de no devoluciones, que impide enviar de vuelta al país de origen a quienes lleguen a Chile argumentando ser víctima de persecución.
En tanto, el Ejecutivo manifestó su intención de que sean rechazadas varias indicaciones de la oposición, como aquella que la derecha dice que permite el llamado "turismo laboral"; la que establece una ventana de 90 días para regularizar la situación migratoria; y otra, renovada en la sesión de hoy por el Frente Amplio, que otorga la residencia tras dos años de permanencia en Chile.
Sobre esta última, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, cuestionó que "da residencia a todas las personas que puedan mantenerse dos años en nuestro país, en cualquier condición; incluso aquellos que hayan ingresado de manera clandestina, si se mantienen en nuestro país durante dos años y logra conseguir un empleo, permite que se les otorgue residencia en nuestro país".
"E incluso, después de otorgada una residencia temporal, (permite que) transcurrido un año queden con residencia defintivia. Eso genera los incentivos incorrectos", fustigó.
La votación en particular continuará en próximas sesiones.
Apenas inició la sesión, el trabajo de los senadores comenzó con problemas, ya que no todos los senadores ni la presidenta de la corporación, Adriana Muñoz, tenían a manos la minuta de votación ni el comparado actualizado del trabajo que hicieron previamente las tres comisiones que modificaron el proyecto.
Debido a ello, la sesión entró en un receso para que se pudieran ordenar los documentos respectivos y luego proceder con la votación sin confusiones.
"Hemos hecho el mejor de los esfuerzos para que esta votación no fuera el bochorno que está resultando ser", admitió la senadora Adriana Muñoz, presidenta de la Cámara Alta.
"Lo encuentro lamentable, porque el espectáculo que se está dando no es la mejor imagen que se transmite por parte del Senado", cuestionó el senador Álvaro Elizalde, timonel del Partido Socialista.
