Los familiares de las víctimas piden este jueves la reapertura de la investigación en la Corte Marcial.
Un mecánico que preparó el vuelo reveló que lo obligaron a quitar estanques adicionales de combustible.
La causa del accidente, según la Justicia y la FACh, fue una mala maniobra de los pilotos fallecidos.
El abogado Isidro Solís, que representa a la Fuerza Aérea en la causa por el accidente del 2 de septiembre de 2011 en Juan Fernández, que costó la vida a 21 personas, restó toda relevancia al testimonio aportado por el mecánico Luis Torrejón, que afirmó que en la preparación del vuelo le fue ordenado retirar estanques adicionales de combustible que habrían evitado que el CASA 212 tuviera que asumir un "punto de no retorno" hacia el archipiélago.
Querellantes que representan a las familias de las víctimas concurren esta tarde ante la Corte Marcial para solicitar, sobre la base de dicho testimonio, la reapertura de la investigación que cerró y sobreseyó en diciembre el ministro en visita Juan Cristóbal Mera.
Según indicó Solís, dicho testimonio "no tiene absolutamente nada de novedoso".
"El hecho de que un avión esté volando o no con una configuración que contemple estanques subalares lo que hace es agregar una mayor cantidad de combustible y, por lo tanto, la posibilidad de volar trechos más largos o durante mayor cantidad de tiempo". Sin embargo, "está establecido en la causa que el 'punto combustible' no fue causal del accidente", apuntó el jurista.
"La causa del accidente ya fue establecida por el ministro; que fue una maniobra errada que realizó la tripulación del avión y, por lo tanto, este punto en específico no tiene ninguna relevancia" lo dicho por el mecánico, afirmó.
Madre de la piloto quiere reivindicación
Los ministros Juan Manuel Muñoz y Patricio Villarroel, ex presidentes de la Corte de Apelaciones de Santiago, y los coroneles de justicia Roberto Reveco (Ejército) y Juan Hargous (FACh), Miguel Beas (Carabineros) analizarán el pedido de los querellantes y decidirán si corresponde reabrir la investigación.
De cara a esta instancia, la madre de la piloto Carolina Fernández, María Graciela Quinteros, resaltó la importancia de lo aportado por el mecánico Torrejón.
Señaló que si su hija y el piloto Juan Pablo Mallea hubieran volado "con tanques subalares no habrían tenido ninguna presión de tener que aterrizar" a pesar del riesgo que implicaba el mal tiempo.
"Incluso lo habrían podido conversar con todos los pasajeros, les podrían haber dicho: 'Esto es lo que está ocurriendo, tenemos tanques con combustible de reserva suficiente como para regresar, así que tomemos la decisión... Regresamos', y tenga por seguro que todos los pasajeros habrían dicho: 'Regresemos'", expresó Quinteros, que reiteró sus críticas al cierre del sumario dictado por Mera, que hizo recaer la culpabilidad de la tragedia sólo en los pilotos.
"Teníamos clara esa alternativa, que se iba a cortar el hilo por lo más delgado, porque, además, no están (los pilotos) para defenderse, para decir: 'A nosotros nos podrían haber facilitado un vuelo con todas las condiciones de seguridad, como corresponde, y no lo hicieron, ¿qué responsabilidad tenemos nosotros de no tener combustible para regresar?'", dijo la mujer poniéndose en la voz de su hija.
"Eso es exactamente así: les quedaba la nada de combustible, y eso los obligaba a ir con una presión mucho más grande que si hubiesen ido con los estanques, donde no habrían tenido esa presión", argumentó Quinteros.
