Un nuevo peritaje al avión CASA 212 estrellado el 2 de septiembre del año 2011 en el archipiélago de Juan Fernández , que provocó la muerte de 21 personas, confirmó que el accidente se produjo a raiz de las condiciones meteorológicas adversas, el vuelo a baja altura y los errores de pilotos.
El informe, recogido por El Mercurio, comparte las conclusiones de la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) y de los informes meteorológicos que indicaron que "la causa se identifica como una pérdida de control total de la aeronave provocada por la tripulación, al situarla en condiciones meteorológicas absolutamente adversas e inestables, en vuelo a baja altura (no superior a 198 metros)".
El estudio, realizado por el perito Ronald Stanly, señala que los vientos cruzados en Juan Fernández provocaron "inestabilidad de la atmósfera y fuertes corrientes de aire ascendentes y descendentes", y el vuelo "con descensos de hasta 1.500 pies/minuto significó una pérdida de altura del avión de 300 pies".
El informe asegura además que la tripulación no fue informada sobre las condiciones al momento de aproximarse al archipiélago, lo que "originó un alto grado de tensión o estrés, con la consecuente pérdida de la conciencia situacional".
El animador Felipe Camiroaga fue una de las víctimas de la tragedia. (Foto: UNO)
Esto impidió "que la tripulación tomase la decisión de evitar el vuelo sobre el canal o ganar altura, situación que habría sacado al avión de la condición adversa (...) y por tanto, el accidente".
El perito Stanly, asimismo, cuestionó al aeródromo por la falta de equipamiento y personal con "las debidas competencias para proporcionar información de condiciones climatológicas".
El informe culpa, finalmente, a la FACh por "complacencia y/o permisividad entre los niveles institucionales involucrados, especialmente en la falta de control de cumplimiento de los manuales, procedimientos y normativas, por las instancias responsables, lo que estima constituye la secuencia (cadena) de eventos que finalmente producen el accidente".