El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, aseguró que la confesión del conocido anarquista chileno Francisco Solar Domínguez sobre su autoría en diversos atentados explosivos registrados en 2019 y 2020 en varias comunas de la capital, ratifica la posición del Gobierno contra los imputados por este tipo de delitos, el "más grave" que -según calificó- se puede perpetrar en Chile.
Solar decidió "colaborar" y reconoció ante la Fiscalía su responsabilidad por el envío por correo de paquetes bomba, el 25 de julio de 2019, al ex ministro Rodrigo Hinzpeter en las oficinas del grupo Quiñenco -equipo que fue desactivado por el GOPE-, y a la 54ª Comisaría de Carabineros, de Huechuraba -el cual estalló-; y por la colocación de dos explosivos en el edificio Tánica (ex Transoceánica), ubicado en la avenida Santa María de Vitacura, en febrero del 2020. Todos hechos por los que también esta imputada su ex esposa, Mónica Caballero.
"Esta confesión de Francisco Solar ratifica lo que hemos dicho durante años de personas que estuvieron dispuestas a colocar artefactos explosivos que estaban destinados a matar a otros chilenos y además artefactos explosivos colocados para contribuir al ambiente de violencia que vivió nuestro país luego del 18 de octubre de 2019", reaccionó Galli mediante un video que reproduce La Tercera.
La autoridad sostuvo que "esta confesión es gracias a la investigación llevada adelante por el fiscal metropolitano sur, Héctor Barros, y las áreas especializadas de Carabineros del OS9 que permitieron obtener toda la evidencia que forzara a Francisco Solar a confesar su participación en los hechos".
En ese sentido, planteó que "la colocación de artefactos explosivos es el delito más grave que se puede cometer en nuestro país porque está destinado no sólo a matar personas, sino que a causar temor en la población, y por eso mismo nosotros vamos a seguir impulsando este tipo de investigaciones".
Recordando que Solar, Caballero y otros sujetos fueron procesados y absueltos del "caso bombas I" en 2012, Galli apuntó que "aunque los Tribunales de Justicia en algunas ocasiones consideren que la prueba no es suficiente para inculpar, eso no implica la inocencia de los involucrados, implica que no hay pruebas suficientes para inculparlos".
Con todo, "en este caso Francisco Solar y Mónica Caballero están inculpados de graves delitos y esperamos que la investigación lleve a su condena y que cumplan con su responsabilidad", sentenció.
Ambos ya habían sido condenados por la colocación de un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar, en Zaragoza, España. Tras cumplir condena en ese país, y luego de casarse en prisión, ambos fueron deportados y regresaron a Chile en marzo de 2017.