Carabineros halló decenas de herramientas y artículos de ferretería en el dormitorio de Camilo Gajardo, acusado de seis atentados ocurridos entre el 2017 y el 2019 por la Fiscalía Metropolitana Sur.
De acuerdo a Las Últimas Noticias, algunos de los objetos encontrados en el allanamiento de su domicilio el pasado jueves son tomillos; clavos; cuchillos cartoneros; baterías de nueve voltios; cables apilados en cajas de cartón; cintas de enmascarar y portapilas.
Entre lo incautado, al fiscal Claudio Orellana le llamó la atención particularmente un niple cilíndrico similar al hallado por Carabineros el 13 de abril del 2018 en una banca afuera de la Universidad Católica Silva Henríquez, artefacto que contenía 149 gramos de pólvora y no logró estallar.
Si bien estos hallazgos se podrían explicar en parte por su trabajo en una hojalatería, y el mismo juez Marcelo Ovalle admitió que cualquiera podría interesarse por la ferretería y gasfitería, asimismo hizo hincapié en lo que se está imputando.
"Los elementos individualmente considerados deben valorarse en forma conjunta conforme a los delitos imputados y a las reglas de la lógica (...) El tribunal resultó persuadido y convencido por la prueba", dijo en la audiencia del viernes.
Como se informó este sábado, la policía también incautó algunas ropas del imputado, entre ellas una polera de tonos celeste y verde que el sujeto vestía en una grabación del 4 de enero de este año, en la que aparece dejando el paradero de Vicuña Mackenna donde explotó una bomba que causó lesiones a cinco personas.
Testigos llevaron a la detección del imputado en las cámaras
Según La Tercera, la Fiscalía ha recopilado 45 declaraciones por los hechos que se le imputan a Gajardo, mientras que El Mercurio complementa que parte de ellas son de pasajeros del Transantiago que viajaron en el mismo bus que él en distintos días en que iba rumbo a dejar los explosivos.
En el caso particular de la bomba que llegó al domicilio del entonces presidente de Codelco, Óscar Landerretche, han declarado cuatro víctimas y un testigo, quien fue el que recibió la encomienda.
En tanto, los registros de las cámaras de seguridad cercanas a Chilexpress de ese 12 de enero de 2017 determinan que el responsable del paquete abordó un bus del Transantiago en el paradero 23 de Santa Rosa, ubicado en San Joaquín, de acuerdo a El Mercurio.
Una pasajera del recorrido 203 abordado por el joven reveló que además de llamarle la atención por la mascarilla y jockey que cubrían su rostro, el sujeto estaba demasiado abrigado para la época.
Después de un rato en la micro, sacó un cuchillo y dinero en billetes de a mil, y según la testigo contaba y guardaba la plata constantemente, por lo que "yo pensé que estaba loco. Se movía todo el rato".
La misma pasajera confirmó que eventualmente Gajardo se cambió de ropa y guardó la que traía en distintas bolsas de plástico, y dejó el cuchillo que portaba entre medio del jeans que ya había doblado, pero solo se sacó el jockey y la mascarilla antes de bajarse.
A partir de este relato y el de otro testigo, los investigadores revisaron el GPS para verificar las paradas realizadas, y finalmente el joven fue captado en las cámaras de seguridad.
Fiscalía defiende hallazgo de evidencias
Por otro lado, tras recibir críticas de parte de la defensa del imputado, el fiscal regional Héctor Barros asegura que tanto el ADN obtenido de la basura del domicilio de Gajardo como el que se le solicitó mediante una muestra de sangre son absolutamente legales.
"Si no pudiéramos sostenerlo, no lo habríamos hecho de esta manera. Lo que está detrás de las declaraciones de la defensa es el derecho a la intimidad, y de hecho nadie puede sostener que ustedes mantienen la intimidad de las cosas de las cuales se deshacen y las lanzan a la basura. Este es un tema resuelto ya por la jurisprudencia nacional, por la Corte Suprema y a nivel internacional", dijo a El Mercurio.
Según el persecutor, la investigación no se basa "solamente en presunciones que, incluso en este estado procesal, están en un estándar de juicio oral, toda vez que hemos trabajado con evidencia orgánica".
"Hemos podido determinar en tres sitios del suceso la correspondencia genética del imputado no solo en una parte del artefacto, sino que en la confección del mismo", remarcó.