El hombre a quien la madrugada de este jueves le estalló el artefacto explosivo que transportaba en el barrio Yungay, en la comuna de Santiago, murió a los "pocos minutos" de ingresar al Hospital de Urgencia de la Asistencia Pública (la ex Posta Central).
Así lo dijo en un punto de prensa el director del recinto, Mario Henríquez, quien subrayó que, debido a "la gravedad de las lesiones", los médicos no tuvieron ninguna oportunidad de salvarle la vida, "a pesar de los esfuerzos que se hicieron de reaminación".
El sujeto aún no ha sido identificado y permanece como "N.N.". Según la apreciación preliminar, tendría "más o menos unos 30 años".
Llegó al recinto "politraumatizado", pues la explosión "le amputó la mano derecha, le afectó el tronco y la cabeza, con exposición de masa encefálica" y le provocó "graves quemaduras en el torax, el brazo y la cabeza".
"La herida por sí sola era de tan extrema gravedad que cuando llegó se evaluó que no había nada que hacer con el paciente. No hubo posibilidad de llevarlo a pabellón. La gravedad de las lesiones en la cabeza determinó la suerte del paciente", explicó Henríquez.
El galeno remarcó que "dada la gravedad se descartó cualquier posibilidad de sobrevida. Llegó extremadamente grave en pocos minutos falleció; no se alcanzó a llevar a pabellón".
El cuerpo será trasladado al Servicio Médico Legal (SML).
