La causa por el crimen de la reportera Francisca Sandoval, quien falleció hace una semana tras recibir un disparo en el rostro mientras cubría las protestas por el Día del Trabajador, sumó un antecedente clave al confirmarse que la bala que le costó la vida provino de una pistola de grueso calibre.
En el marco de las diligencias que encabeza la fiscal Tania Sironvalle, han sido levantadas desde el Barrio Meiggs múltiples balas y vainillas concordantes con armas de fuego convencionales y también a fogueo, pero ahora se estableció que lo que queda del proyectil alojado en la víctima mide casi dos centímetros, de acuerdo a El Mercurio.
Las primeras pericias de la bala arrojaron características de un grueso calibre y un "encamisado" de cobre, y también se detectó una eventual trayectoria del tiro que abre la posibilidad de un disparo directo hacia la comunicadora, pero dado que aún hay diligencias en curso, no se descarta la teoría del rebote.
A la vez, el análisis de la evidencia realizado por el Laboratorio de Criminalística y la Brigada de Homicidios de la PDI sostiene que el arma homicida coincide con una pistola de calibre .40, informe que fue derivado a la Fiscalía Centro Norte en las últimas horas, consignó el matutino.
INTERIOR AMPLÍA LA QUERELLA POR HOMICIDIO
En la antesala de la audiencia de reformalización de Marcelo Naranjo, único imputado en la causa, el Ministerio del Interior ampliará su querella por el delito de homicidio consumado, sumándose a los ya acusados porte de arma de fuego prohibida y disparos injustificados en la vía pública.
La acción penal del Gobierno establece que el fallecimiento de Sandoval, tras 12 días de estar internada en riesgo vital en la ex Posta Central, "modifica de manera sustancial la imputación sostenida en la presentación de la querella primigenia, toda vez que el grado de ejecución del delito de homicidio ha variado de frustrado a consumado".