Calcinado y abandonado en el desierto: Familia busca respuestas a crimen sin resolver en San Pedro de Atacama

Este lunes se cumplió un año del hallazgo del cuerpo de Héctor Henríquez Aravena, el ingeniero de 47 años que desapareció en octubre de 2018 rumbo a Calama desde su residencia en San Pedro de Atacama y cuyos restos fueron encontrados calcinados a poco mas de 200 kilómetros del poblado turístico; un caso por el cual no hay detenidos. 

Pese al tiempo transcurrido desde el descubrimiento de los restos, no existen respuestas sobre qué ocurrió y cómo su cuerpo terminó quemado al interior de su vehículo en una quebrada cerca del sector de Chug Chug, en el desierto de Atacama.

La familia de Henríquez siempre ha cuestionado el proceso de la investigación, que además se ha mantenido de manera hermética. "No hemos visto ninguna capacidad de querer avanzar en este caso, de buscar de verdad lo que pasó y de entender qué ocurrió", criticó Javier Henríquez, hermano de Héctor, en diálogo con Cooperativa Regiones.

"Nunca sentimos el apoyo de la fiscalía y las policías; muy por el contrario, creo que fueron quienes más nos forzaron para dejar de buscar con argumentos a su vez básicos, y probablemente los más simples para ellos, diciendo que mi hermano había huido y se había ido de Chile con otra mujer y que no buscáramos más", recuerda.

"No hubo protocolo ni modelo de búsqueda, la que finalmente descansó prácticamente en la familia y los amigos", apuntó Javier. 

"Nosotros tenemos interrogantes por montones: por qué no se peritó la casa en el momento en que se debió haber peritado, o por qué no se peritó el auto donde supuestamente se generó el hecho de violencia intrafamiliar que se declaró como gestor de todo esto", agregó.

Contactado por Cooperativa, el fiscal de cargo del caso, Cristián Aliaga, declinó referirse a los avances y procesos de la investigación para no interferir en la misma.