La Dirección de Investigación Criminal de Carabineros detuvo a once personas que formaban una organización que, previo pago, entregaba de manera fraudulenta nacionalidad chilena a extranjeros ilegales, dándoles nombres gitanos.
El general Daniel Tapia detalló que "esta organización criminal funcionaba en cuanto a función, es decir, tenían ciertas obligaciones, una era la del captador, quien se acercaba a las comunidades de extranjeros y ofrecía los servicios de obtener una nueva identidad en este país como chileno, por el pago de un dinero que bordeaba los tres mil dólares".
"Este captador llevaba esos antecedentes al centro de la organización delictual, los cuales procedían a gestionar para poder lograr esta nueva identidad", añadió el funcionario policial.
El uniformado explicó que esta inscripción de buena fe data desde 1930 y "permite la inscripción de personas nacidas en el territorio chileno con sólo presentar testigos, quienes avalan y dan fe que esta persona nace en Chile, conocen su origen, por lo tanto, el Servicio de Registro Civil e Identificación procede a su inscripción".
Según informó Carabineros, el asesinato de un ciudadano dominicano, pero con documentación chilena falsa, ocurrido el 10 de julio en una discotheque permitió dar con esta organización.
Hasta el momento se ha podido establecer que son cinco las personas que alcanzaron a inscribirse de manera irregular en el Registro Civil.