Una "inconsciencia terrible" explica la tragedia ocurrida la noche del jueves en medio de un concierto punk en el centro de Santiago. Así lo dijo a Cooperativa Max Rayo, testigo directo de los hechos, que dejaron un saldo de tres personas muertas y mantienen a otras cinco hospitalizadas en estado crítico.
La situación ocurrió en el ingreso a un local llamado Espacio Iberomusic, ubicado en plena Alameda, donde había programado un show de la banda inglesa Doom.
"El concierto empezaba como a las 22:00 horas y a eso de las 11 (23:00) pasaron como siete pacos y la gente empezó a tirarles botellas e insultarlos, algo que es bastante común en un concierto punk, pensando en el antagonismo que se genera contra la Policía. En ese momento un grupo como de 20 personas vio la posibilidad de botar la reja y entrar sin pagar su entrada, y es ahí donde se genera una avalancha humana de más 150 ó 200 personas que tratan de entrar al local por la fuerza, atascándose en la escalera, lo que termina con los muertos y los heridos que ya sabemos", explicó Rayo en conversación con GPS.
El joven, colaborador del sitio web especializado en música, Humo Negro, detalló que al atascarse, "la gente empieza a morir asfixiada, aplastada por ellos mismos... Al final la gente se mató entre ella, fue como meterse a una picadora humana".
El afiche del concierto en cuyo marco ocurrió la emergencia.
"El ambiente estaba tenso"
Indicó que él no participó del tumulto pues se mantenía afuera, "esperando que llegaran unos amigos", pero tenía la impresión de que "algo iba a pasar, porque el ambiente estaba tenso".
"Los punks son medios antojadizos, enojados, quieren entrar rápido, estaban ahí tomando cerveza, tirando botellas. Cuando pasó lo de los pacos, dije: 'Esta hueá ya se está poniendo peluda', y de un momento a otro se arma la avalancha y se atascan", relató, negando que el local hubiera estado sobrevendido.
"Tiene capacidad para 400 ó 500 personas y abajo (en el subterráneo, donde era el concierto) había menos de 100; si las personas murieron en la escala, tratando de entrar al lugar", señaló.
Tras el incidente "fue estremecedor ver a gente salir morada, reventada por dentro, sangrando por la boca y las narices, personas gritando: 'Por favor, no te mueras', ahí reviviéndolos", continuó Max Rayo, indicando que tras desatarse la emergencia, "empezó a abrirse espacio, salió la organización a la fuerza y empezaron a cortar el tránsito para poder parar taxis y subir a la gente".
Sin embargo, como "los taxis no paraban, terminaron parando a una micro: bajaron a la gente y subieron como a cuatro personas a la micro con un par de familiares para llevarlos a la posta".
Mientras tanto, "los que estábamos ahí agarramos celulares, llamamos, mirábamos, tratábamos de ver cómo se podía ayudar, reconocer a los fallecidos, y ahí ya sabíamos que había dos muertos adentro, y veías gente morada en el piso, gente que no podía respirar".
"Trataban de seguir entrando"
Max Rayo comentó que en la página del evento en Facebook ya se había adelantando durante los días pasados la intención de algunos punks de entrar al concierto a la fuerza, mediante un desorden.
"Era como una especie de actitud de decir: 'No te vamos a pagar la plata y vamos a entrar igual y vamos a disfrutar igual del show que estás organizando', lo que para mí es una mirada sumamente egoísta, porque ponen en peligro la vida de ellos, la vida de las demás personas".
La tragedia se desató en el acceso al recinto. El concierto se desarrollaba en un subterráneo. (Foto: UNO)
Rayo criticó la actitud de parte de los asistentes a este tipo de shows, que "incluso piensan que las organizaciones cagan la plata y que estos conciertos no cuestan nada, cuando la banda venía de Inglaterra y cobra más de mil dólares por tocar... Son gastos que se saben y los cabros son súper inconscientes, entonces llegan, esperan el momento, hacen la avalancha, botan la reja y generalmente logran pasar".
El problema radica en que "las avalanchas funcionan cuando son a campo traviesa: botas una reja y corres 100 metros, pero acá no había ni 10 metros, y obviamente la seguridad del local iba a tratar de evitar esto. La reja se botó, los tipos fueron violentos y después, cuando la gente trataba de sacar a sus amigos, otra gente trataba de seguir entrando al lugar, con una inconsciencia terrible... Se gritaba: 'Paren, hay hueones muertos', y los hueones trataban de seguir entrando al show", lamentó.
"Pudo haber muertos hace años"
El testigo explicó que la escala donde se produjeron las muertes "no es tan estrecha, debe ser como de cuatro metros de ancho, pero es estrecha cuando van a querer pasar 60 tipos en fila juntos". Además "tenía dos curvas", entonces "era estrecha para una situación así".
"Si tú ya has ido -que la mayoría de la gente ya había ido a ese local (Espacio Iberomusic)- sabes que no puedes hacer eso. No estoy diciendo que sea bueno hacerlo en otros locales, digo que había que tener cordura, dos dedos de frente, pero la gente llega y le echa la culpa a la organización. Hermano, ¿por qué tienen que estar pensando siempre que van a llegar los trogloditas a romper todo? ¿Por qué las cosas no pueden funcionar? La entrada costaba 10 mil pesos anticipada, 12 mil después y 15 mil el día del evento, cuando Lollapalooza sale 70 mil", remarcó.
"Esa grave inconsciencia es lo que yo planteo como autocrítica, porque es re fácil echarle la culpa a la organización, cuando el gran problema es que para hacer estos conciertos hay que pensar que va a llegar un grupo de simios a romperte el local, y ese grupo de simios altera todas las tocatas y deja la cagada siempre, entonces llega ahora el momento en que hay muertos, pero pudo haber habido hace dos años o tres años", sentenció Max Rayo.
El reportero publicó un testimonio y una reflexión de mayor extensión en la página web Humo Negro. Puedes leerlo haciendo clic aquí.
Max Rayo responsabilizó por la tragedia a parte de la concurrencia, que actuó de modo violento: "Había que tener cordura, dos dedos de frente" para evitar que esto pasara, planteó. (Foto: UNO)