Personal de Fuerzas Especiales resguardó el desarrollo de esta actividad en el camposanto.
Con un amplio resguardo policial se desarrolla este funeral.
Con fuertes medidas de seguridad se desarrolló el "funeral de alto riesgo" de un joven fallecido en Conchalí el domingo, luego de que durante dos noches seguidas se registraran fuegos artificiales y disparos, generando la intervención de la Policía.
Durante toda la jornada de este miércoles se ha registrado tensión ya que Carabineros llegó hasta el domicilio del velorio para resguardar el cortejo que se desplazó desde el sector del Pasaje Delfos y Calle Carlos Salas Herrera, con destino al Cementerio General, donde se desarrolla el funeral.
Al menos cinco carros de fuerzas especiales estuvieron al interior del camposanto para vigilar el normal desarrollo de esta actividad.
En las afueras del recinto también fue notoria la presencia policial, como lo manifestaron los comerciantes de los locales de flores.
"Siempre se da así, con todos los funerales de gente que tiene antecedentes se da así, me parece que no va a cambiar nunca, la única manera cambie es que el Estado se haga cargo de eso", dijo un comerciante.
En tanto, otro locatario afirmó que "siempre que muere uno de esos vienen y hacen escándalo. Afecta a las ventas porque ya no viene nadie el cementerio, más encima lo pasaron todo el día por la tele. Hay que cerrar e irse, que se le va a hacer".
Ya en el inicio de la caravana se registraron inconvenientes, ya que Carabineros intervino por el lanzamiento de fuegos artificiales, por lo que en un primer momento solo dejaron pasar la carroza con el féretro y luego comenzaron a revisar y a pedir documentos de los vehículos que formaban el cortejo.
Los asistentes reaccionaron de mala forma y se registró el lanzamiento de piedras y botellas contra Carabineros y contra los profesionales de la prensa que cubrían el hecho.
