Los celos fueron la causa que llevó a una mujer a asesinar a su hija de 12 años, en noviembre de 2020, al interior de su domicilio en la Villa Talinay de la comuna de Coquimbo.
Según se acreditó en el juicio, la víctima, Melissa Chávez, fue apuñalada en su habitación cuando estaba acostada, y luego la agresora prendió fuego a la cama para borrar las huellas del crimen.
El martes, M.L.A.P. fue declarada culpable de los delitos de parricidio e incendio en lugar habitado, mientras que su pareja, de iniciales L.A.S.E., fue condenado por abuso sexual reiterado contra la niña.
"Cada una de las evidencias periciales y testimoniales, gráficas y de video, siempre nos llevaron a una sola autora del incendio y parricidio: quien era madre de la víctima", explicó, tras conocer el doble veredicto condenatorio, la fiscal del caso, Yocelyn Weisser.
"En la investigación corroboramos que el móvil del hecho fue celo, por los abusos sexuales reiterados del padrastro de la víctima", indicó la persecutora. El crimen también intentó encubrir las agresiones del sujeto, sostuvo.
Las pruebas "en estos dos años fueron unívocas: la única persona que podía haber cometido los hechos para nosotros fue la acusada. En lugar de proteger y dar apoyo a su hija, prefirió proteger al abusador, su conviviente".
"COMPLEJO PUZZLE"
Weisser señaló que, dada la crudeza del caso, "nadie puede estar contento", pese a haber logrado, en lo que a ella respecta, esclarecer los hechos y lograr condenas. "Sí estamos tranquilos por un trabajo dedicado, profesional, con mucha ayuda de peritos, policías y civiles que declararon y relataron una parte de este complejo puzzle".
La indagatoria requirió peritajes bioquímicos, planimétricos, fotográficas; "algunas especialidades que no tenemos en la Región de Coquimbo", destacó la abogada: "El sitio del suceso estaba alterado en sus condiciones por acción del fuego y agua. Entendiendo esa complejidad, trabajamos con peritos del Laboratorio de Criminalística de Santiago, quienes llegaron a Coquimbo con distintas especialidades", recordó.
Llegando casi al final del proceso, "nos queda como consuelo que la voz de la niña se pudo escuchar, aun de esta forma tan terrible, en el sitio del suceso (con las evidencias), y en el cuerpo a través de la autopsia", dijo la investigadora.
En este caso también participó, como querellante, la Defensoría de la Niñez, "debido a la extrema gravedad de los hechos y su connotación pública".
La institución lamentó la "irreparable agresión" que terminó con la vida de la niña, junto a los "claros indicios de dinámicas de abuso sexual, que pudieron ser acreditadas, en su mayor parte, en el proceso y terminaron con la condena a su padrastro.
La sentencia para M.L.A.P. y L.A.S.E. se informará el sábado 27 de mayo.