La Policía de Investigaciones detuvo a un ciudadano ruso que mantenía encerrada a una joven de 29 años, a quien obligaba a tener relaciones sexuales con los clientes de su spa.
La mujer, también extranjera, llegó a Chile creyendo que ejercería como masajista en un spa en la comuna de Vitacura, sin embargo, fue encerrada en un departamento cercano y obligada a tener relaciones sexuales con algunos clientes del local.
Por este delito se logró detener al dueño del spa, un ciudadano ruso de 30 años.
La subcomisario de la PDI, Marcela Alcaide, detalló que la víctima "al llegar a territorio nacional, el imputado cambia las condiciones laborales y la obliga a ejercer el comercio sexual en un local ubicado en la zona oriente de nuestra capital de propiedad del imputado".
"El imputado la traslada hasta su domicilio particular, la mantiene en ese lugar encerrada, ella no tiene libre movilidad y es trasladada hasta el local spa solamente cuando tenía coordinada alguna cita con algún cliente", explicó.
La víctima estuvo más de un mes encerrada, incomunicada y sin sus documentos, y logró escapar tras una discusión con su agresor.