Este martes se entregó en una comisaría del centro de Santiago Jorge Luis Olivera Soto, un sujeto que llevaba tres años prófugo tras haber sido condenado por violar a su propio hijo.
En agosto del 2018 fue sentenciado a una pena de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio por los delitos de violación reiterada de menor de 14 años y un delito de abuso sexual de menor de 14 años.
Pero antes de conocerse ese fallo, logró huir y eludir a la Justicia desde entonces.
Y no fue hasta hace unos días que "reapareció", en la comuna de Maipú, cuando fue visto por su ex pareja y madre del pequeño víctima de los abusos. Ella, hasta ese día, pensaba que el padre violador estaba tras las rejas.
"Venía de trabajar y lo veo parado en una puerta con su papá. Abrí la puerta del auto y quería atraparlo. Empecé a gritar y él se entró inmediatamente con su papá y de adentro me gritaba que me iba a matar", relató hoy la mujer en el matinal "Mucho Gusto" de Mega.
Ella llamó a la policía y cuando ésta llegó, Olivera Soto ya no estaba.
Finalmente esta jornada se entregó en un cuartel de Carabineros del centro de Santiago, confirmó la Fiscalía Metropolitana Occidente.
Los abusos tuvieron lugar en Maipú entre los años 2007 y 2014, y salieron a la luz cuando el pequeño ya tenía 12 años de edad. Durante el proceso judicial, Olivera tuvo un breve período de prisión preventiva y luego arresto domiciliario parcial y total en los últimos días del fallo, lo que no impidió que lograra escapar sin dejar rastro justo antes de conocer la sentencia.
"El día del juicio oral lo tuve que ver, estaba al frente mío, sin embargo, como era tan largo el proceso, a la semana siguiente salió la sentencia, lo que le permitió escaparse y estar prófugo", contó la progenitora días atrás en el medio local La Voz de Maipú.