Gladys Flores dijo que inventó el hecho para no ser descubierta por su pareja.
Los detenidos por el hecho, de 14 y 19 años, pasaron 110 días en prisión preventiva.
El caso de una mujer supuestamente asaltada y violada por dos adolescentes el pasado julio dio un vuelco, luego de que la víctima admitiera que nunca existieron dichos delitos, después de que los acusados pasaran 110 días en prisión preventiva.
Los hechos se desarrollaron el 10 de julio de este año, cuando Gladys Flores, de 28 años, denunció a Carabineros que dos menores de 14 y 19 años, luego de sustraerle su teléfono celular, la violaron bajo el Puente del Arzobispo.
Tras un rápido operativo policial, ambos jóvenes fueron detenidos y reconocieron la acción, siendo formalizados por robo con violencia y violación, y trasladados uno a un centro del Sename, y el mayor, de 19 años, a una celda de Santiago Uno.
Las madres putativas de los menores desconfiaron de la versión de la víctima e iniciaron una investigación paralela en el sector, que culminó con diferentes resultados, según la defensa del mayor de los jóvenes imputados, el director de la Clínica de Justicia Criminal de la Universidad Diego Portales, Felipe Marín.
"Todo el mundo nos hablaba de que se conocían previamente y que habían estado juntos tomando una cerveza antes, y a partir de esta información (vino) la confirmación después, cuando el Ministerio Público solicitó que se cite a los testigos y a la víctima, es que la víctima cuenta esta otra versión", explicó.
Según el abogado, Flores reconoció que la relación sexual fue con consentimiento, pero que dio la versión para no ser descubierta por su pareja, por lo que ahora es investigada por obstrucción a la justicia y abuso sexual contra un menor de edad.
Marín afirmó que están analizando las vías legales a seguir para compensar a los dos jóvenes, ya que "es necesario que la sociedad les pida disculpas, ya tratándolos mal desde el primer momento y prejuzgándolos de su culpabilidad por el hecho de ser niños de la calle".
