Un hombre de 49 años identificado como Marcelo Pezoa Naranjo fue detenido por el delito de secuestro y violación de una joven de 28 que se encontraba en el Patio Bellavista.
El incidente ocurrió la noche del sábado, cuando la mujer se hallaba compartiendo con un grupo de amigos en un pub. Al salir del local para comprar cigarros fue abordada violentamente por el sujeto, quien la subió a un taxi y la trasladó hasta su domicilio, en la comuna de Estación Central.
"Este sujeto se encontraba en el mismo local también. Una vez que la ve salir la sigue, la aborda por la espalda, la intimida verbalmente y con un objeto cortopunzante, y la obliga a subir a un taxi", señaló la comisario de la PDI Marisela Silva.
"En todo momento el sujeto conversó con el taxista, hablando de la mujer como si fuera su sobrina", y una vez que llegó a su domicilio, "procedió a agredirla sexualmente en reiteradas oportunidades".
Luego, "en un descuido del imputado la víctima logra escapar y solicitar ayuda y, gracias al cruce de información del relato de la víctima con un trabajo en el sitio del suceso y un trabajo policial se logró la detención del imputado".
"El sujeto había salido, en octubre del año pasado, recién de haber cumplido una condena por el delito de violación y es reincidente, ya que tiene varios antecedentes policiales tanto de secuestro como violación", concluyó la detective.
Según estos antecedentes, los delitos los cometió en los años 1995, 1998, 2009 y 2016. El individuo compareció este lunes ante el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago para ser formalizado.
El tribunal acogió la petición de la Fiscalía y decretó la medida cautelar de prisión preventiva por el plazo de 120 días que concedió para la investigación.
El juez del Sexto Juzgado de Garantía de Santiago, Nibaldo Arévalos, detalló en la audiencia que el hombre "registra una causa vigente, y que el imputado fue formalizado por un hecho en que hay un modo de actuar similar".
"Además de aquello, el año 2010 fue condenado por el juez que habla por un delito de violación. Por lo tanto, pareciera que hay un patrón de conducta que hace considerar al tribunal que la versión de la víctima es absolutamente más potente que la versión del imputado".
El imputado, en 1999 fue condenado a cinco años por abusos deshonestos, en 2010 condenado a cinco años por violación consumada y en diciembre de 2011 condenado a dos años como autor de abuso sexual.
En tanto, el fiscal Mauricio Araya aseguró que "él describe un modus operandi similar en otros casos en orden a abordar a víctimas de sexo femenino".
El persecutor aseguró que todos estos antecedentes sirvieron para que recibiera la prisión preventiva, ya que "denotan que esta persona tiene un modus operandi similar en estos nuevos hechos por los cuales ha sido formalizado".