Nadie sabe hasta el momento -o dice públicamente- quién fue el joven encapuchado que esta mañana resultó herido al manipular una bomba molotov en el Liceo de Aplicación, en la comuna de Santiago.
Alrededor de las 08:00 de esta mañana, antes de que empezaran las clases, se produjeron enfrentamientos entre encapuchados y personal de Fuerzas Especiales en el frontis del recinto, ubicado en Avenida Ricardo Cumming.
Según la Policía, desde el segundo piso del Liceo lanzaron piedras y botellas con pintura a los uniformados. En medio de este contexto se informó que un joven que estaba manipulando una bomba incendiaria comenzó a quemarse las manos y los brazos, pero el hecho se volvió confuso.
El coronel Sergio Carrasco contó que Carabineros usó el carro lanzagua para "apagar el artefacto, que estaba prendiendo el cuerpo de menor", pero ni el SAMU ni la policía ni las autoridades del colegio pudieron dar, en definitiva, con su paradero, por lo cual se presume que fue trasladado de forma particular a un centro asistencial.
Como consecuencia de lo anterior, ni la rectoría ni el Centro de Alumnos del Liceo, como tampoco la Municipalidad de Santiago, han querido hacer pronunciamientos oficiales.
"No hay una declaración oficial por parte del Liceo ni tampoco por el Centro de Estudiantes, ya que del joven que se maneja la hipótesis que resultó con quemaduras tras lanzar una bomba molotov desconocemos la identidad y, por ende, también desconocemos si pertenece a esta comunidad escolar", explicó Javier Pavez, vicepresidente del Centro de Alumnos.
"Mientras no tengamos esa información no podemos dar ninguna declaración oficial. No tenemos claridad si fueron estudiantes quienes realizaron la toma, ya que no hubo un debido proceso democrático de votación de ésta", agregó el dirigente.
"A las 07:40 estaban armando bombas"
En medio de estas versiones confusas los apoderados, como Cristián Aguilar, apoderado del 8°G, dicen estar cansados de las continuas protestas y hechos de violencia.
"Lamentablemente hay niños que no entienden. En la mañana, a las 07:40 horas, estaban armando bombas con overol y guantes para no dejar rastros biológicos, dañando a toda la comunidad, apoderados, profesores y niños de 11 ó 12 años", reclamó Aguilar.
"¿Hasta cuando vamos a aguantar que, más allá de las causas sociales -que son legítimas- no nos dejen estudiar? ¿Hasta cuándo?", reclamó el apoderado.
