"Si en definitiva se intentó una agresión que se frustró, nada obsta a que se intente nuevamente esa agresión", señaló la jueza Ximena Rivera, del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, al momento de informar sobre la decisión de dejar en prisión preventiva a Patricia Henríquez y Enrique Hanson, la pareja de novios imputada por el ataque a la enfermera Pola Álvarez mientras salía de su trabajo en la Clínica Cordillera, en Las Condes, ocurrido el pasado domingo 26 de junio.
Ante la magistrada, el persecutor Francisco Lanas, de la Fiscalía Oriente, explicó cómo habría ocurrido el homicidio frustrado protagonizado por una ex compañera de trabajo de la víctima y su pololo, indicando, entre otras cosas, que este fue premeditado.
Una de las pruebas que presentó el fiscal fue un pantallazo de WhatsApp rescatado desde el teléfono celular de Hanson, supuesto autor material de la agresión, que muestra una conversación con Henríquez, presunta autora intelectual, tres días antes del hecho.
En el chat, Henríquez le envió a Hanson una historia de Instagram subida por Álvarez y otra colega el 23 de junio pasado. La acusada le aseguró a su pololo que ambas mujeres se estaban burlando de ella con la canción "Te felicito", de la cantante colombiana Shakira.
"Me dedicaron la canción de 'Te felicito, qué bien actúas', y se le ven todas las tetas", aseguró Henríquez, a lo que Hanson, a su vez, le respondió: "La weona de la Pola es esa, la rucia, qué lástima... Ya crea en Dios".
El pantallazo de la conversación entre los imputados, presentado por el fiscal. Crédito: Poder Judicial.
Patricio Álvarez, padre de la víctima, aseguró que su hija recibió amenazas tras obtener recientemente un ascenso. "Esto lo conversamos, ponte tú, el día jueves y hoy día (el domingo) pasó lo que pasó", contó el día del ataque.
La prueba del pantallazo fue desestimada por las defensas de los acusados, pero no por la jueza Rivera, que concluyó que dicho intercambio permite "presumir fundadamente que ambos imputados han participado en el delito como autores".
Ambos sospechosos, que no tenían antecedentes, fueron considerados un peligro para la sociedad, y debido a la imputación del delito de homicidio calificado en grado frustrado arriesgan entre 10 a 15 años.
La investigación tendrá una duración de 90 días, la mitad de lo solicitado por parte del Ministerio Público, periodo en que se mantendrán con la medida cautelar.