Se formalizó a Sebastián Barros por los delitos de femicidio frustrado y también por aborto frustrado.
La víctima se encuentra internada en extrema gravedad y conectada a respiración artificial en el Hospital Barros Luco.
El hecho ocurrió en una vivienda de la comuna de Pedro Aguirre Cerda.
Este lunes fue formalizado Sebastián Barros, de 24 años, acusado de haber rociado con alcohol a su pareja Judith Huenchumán, de 26 años, quien mantenía un embarazo de ocho meses, quedando en prisión preventiva.
Se le formalizó por los delitos de femicidio frustrado y también por aborto frustrado, decretándose la máxima cautelar por los 90 días que durará la investigación.
La víctima se encuentra internada con extrema gravedad y conectada a respiración artificial en el Hospital Barros Luco junto a su hija la que tuvo que ser extraída de urgencia por medio de una cesárea para lograr salvarle la vida.
La recién nacida, en tanto, se encuentra conectada a un ventilador mecánico fuera de riesgo vital y en una situación más estable. Mientras que la madre tiene quemaduras en su rostro, cuello, tórax, abdomen, brazos y muslo, más del 50 por ciento de su cuerpo.
El hecho ocurrió durante la noche del domingo al interior de una vivienda en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, donde la pareja -que llevaban un año y medio de pololeo y tres meses de convivencia- tuvo una discusión, tras lo cual el sujeto le arrojó alcohol al cuerpo de la mujer y le prendió fuego.
Desde la familia de la víctima aseguraron que ella se sentía incómoda viviendo en la casa de los familiares de su pareja.
Según la información que ha entregado la carpeta investigativa del Ministerio Público, todo esto a cargo del fiscal Pedro Pinochet, hubo una discusión entre ambas personas al interior de la habitación que ambos compartían y luego el hombre habría arrojado el alcohol.
"El imputado habría tomado alcohol que tenía en su pieza y se la había arrojado al pecho de la víctima, causándole lesiones graves", indicó.
Defensa apunta a un accidente
Se investigará si se trata de un hecho de un femicidio o, como plantea la defensa de Barros, un accidente.
Según relató el defensor penal público, abogado Marun Zegpi, Barros estaba en la pieza junto a su pareja, estaba con un tarro de alcohol esterilizando de forma artesanal un cortaúñas. Para ello, le echaba unas gotas de alcohol y luego le prendía fuego.
En ese contexto, gotas y chispas saltaron al cobertor que tenían en la cama, se encendió y prendió fuego a la parte superior del cuerpo de la víctima, quien -según la versión de la defensa del imputado- andaba con una polera de lycra.
El defensor indicó que "lo estaba esterilizando con alcohol y después lo flameaba, lo prendía. Eso hace que en alguna medida se derrame un poco de ese alcohol y ese es el que prende la ropa de cama. Por eso pueden apreciar que la ignición es de la cintura hacia arriba".
La madre del imputado, Laura Valdés, también aseguró que fue un accidente y que nunca escucharon alguna discusión entre la pareja. "Él en ningún momento la ha atacado, nunca han discutido", dijo.
Esto se contradice con la versión del Ministerio Público, que apunta que el sujeto le tiró el líquido a la mujer y le prendió fuego. Ello porque Barros solo tiene una de sus manos con quemaduras, las que -según las primeras informaciones- fueron causadas al prender el encendedor para quemar a la víctima.
"Nuestra teoría es que no fue un accidente, sino que fue un hecho doloso, el cual cometió el imputado en contra de la víctima", indicó el fiscal Pinochet.
Barros arriesga una pena de hasta 20 años de cárcel por el femicidio frustrado y, en el delito de aborto frustrado, arriesga desde los tres a los cinco años de cárcel. El Servicio Nacional de la Mujer no descartó acciones legales.
