Pablo Rojo declaró por más de tres horas y media y por segundo día consecutivo en el juicio que se lleva contra su mujer, Jeanette Hernández, acusada de atacar a sus hijos Pablo y Esteban en enero de 2008.
Rojo fue interrogado sobre lo ocurrido ese 17 de enero, donde Esteban falleció tras ser golpeado con un martillo y su hermano mayor quedó con daño neurológico y cómo descubrió lo ocurrido en su hogar.
"En el medio veo los pies de Esteban, abro la puerta y veo a mi 'cachorro' y le tocó sus pies y estaban helados. Ya era demasiado tarde y me dí cuenta que no tenía a mi hijo", declaró.
El hombre además detalló como su mujer seguía exteriorizando sus celos, a pesar de la muerte del hijo menor y el crítico estado del joven Pablo.
"La noté con más fuerza, en cambio yo estaba derrotado, acabado. Siempre era el asunto de Miriam, Miriam era el foco de discusión posterior a lo que pasó en la casa, a los funerales del 'cachorro', a lo que estaba pasando con Pablo", apuntó.
Ya en una primera instancia, el hombre detalló las escenas de celos protagonizadas por su esposa, que incluso dejó impagos dividendos de su casa, la cual estuvieron a punto de perder.
De acuerdo a su defensa, Hernández desarrolló el síndrome de Medea, lo que la habría llevado a dañar a sus hijos para causar dolor a su pareja.