Cayeron de 6,7 -en 2022- a 6,3 por cada 100.000 habitantes, rompiendo una tendencia que venía al alza desde 2016.
Las cifras "parecen indicar que vamos por un camino correcto", afirmó el subsecretario Manuel Monsalve.
El 82% de las víctimas de homicidio en nuestro país son chilenas.
El Ministerio del Interior dio a conocer este lunes el Informe Nacional de Homicidios Consumados, que evidencia lo que para el Gobierno es un "quiebre en la tendencia al alza" de tales crímenes que se venía experimentando desde el 2016, salvo en 2021.
El estudio elaborado por el Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos -que encabeza la Subsecretaría de Prevención del Delito- unifica los datos reportados en torno a este delito desde el Registro Civil, la Fiscalía, la Gendarmería, la PDI y Carabineros.
Los homicidios consumados tienen esta calidad cuando sus víctimas son "personas a quienes se les ha causado la muerte ilícitamente y con intención, realizando el victimario todos los actos propios y característicos del delito".
Al ir al detalle, el informe establece que, con el reporte de 1.248 asesinatos en 2023, se registraron 6,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, bajando la tasa de 6,7 de 2022, cuando hubo 1.330 casos de ese tipo a nivel nacional, lo que representa un descenso de 6% en un año.
En cuanto a las nacionalidades, un 82,5% de las víctimas son chilenas (83,4% en 2022), en un contexto de tendencia ascendente de los fallecidos extranjeros (de 5,6% en 2020 a 16,5% en 2022 y 16% en 2023).
También cayeron hasta 52,3% los delitos con armas de fuego (en 2022 fue 54,1%).
El informe realizado por el Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos, con datos del Observartorio de Homicidios, señala que en 2023 hubo una baja del 6% en la tasa de víctimas de homicidios consumados cada 100 mil habitantes, respecto del año anterior. pic.twitter.com/xgEsMrhbd7
— Ministerio del Interior y Seguridad Pública Chile (@min_interior) April 22, 2024
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), aseguró que "hoy día tenemos cifras que parecen indicar que vamos por un camino que puede ser correcto".
"Tenemos una tendencia a la baja de la tasa de homicidios. Eso es lo que habíamos comprometido como primera tarea, parar la tendencia a la alza", señaló la autoridad.
Monsalve afirmó que "también esto va acompañado de una pequeña tendencia, prematura para llegar a una conclusión, pero una pequeña tendencia a la baja del uso de armas de fuego para la comisión de los delitos y también una pequeña tendencia a la baja de homicidios vinculados a crimen organizado".
"Habrá que mirar esto en el curso del tiempo para ver si estas tendencias se consolidan", agregó.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, destacó que "solo sobre la base de información confiable, aceptada generalmente por todas las instituciones del Estado, es que vamos a poder tomar las decisiones correctas y no solo sobre la base de intuición o del 'tincómetro'".
"Reafirmar el compromiso del Ministerio Público por cumplir con su misión básica, que es combatir la impunidad. El combate a la impunidad en materia de homicidio es lo que nos permite, al menos en el caso del Ministerio Público, aportar a que esta cifra siga reduciéndose año a año", enfatizó el jefe de los persecutores.
PREOCUPACIÓN POR "CRUDEZA" DE LOS CRÍMENES
En tanto, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara (PPD), dijo en Lo Que Queda del Día que "el Gobierno no celebra" la disminución de estos crímenes, puesto que, de todas formas, "de por medio hay una senda dolorosa de cifras que no queremos como país".
No obstante, puntualizó que "los quiebres sí marcan un hito, porque quiebras una curva al alza que podría haber seguido subiendo: la quiebras y la tarea es seguir bajándola".
Por otro lado, precisó que también hubo un "quiebre" en los contextos en que ocurrieron estos crímenes respecto al 2022: "el 41% ahora es en el contexto interpersonal (...) violencia intrafamiliar o riñas entre conocidos, etcétera (...) y el 36,9%, asociado a grupo organizado".
Con todo, expuso que "no sólo los homicidios, sino que los delitos en general, en cantidad, han bajado; pero lo que ha aumentado es la violencia con que se cometen, y eso se ha transformado en la primera ocupación operativa como Gobierno: lo que vemos cuando la curva empieza a aumentar es que al mismo tiempo aumenta el uso e incautaciones de armas de fuego y la crudeza de los delitos".
