Luego de que el Informe Nacional de Homicidios Consumados constató una baja del 6% en la tasa de asesinatos en 2023, evidenciando un quiebre en la tendencia al alza que se venía registrando desde el 2016 -salvo en 2021-, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara (PPD), enfatizó que "la tarea es seguir bajándola".
"El Gobierno no celebra" el dato, puesto que "de por medio hay una senda dolorosa de cifras que no queremos como país, pero los quiebres sí marcan un hito", opinó en entrevista con Lo Que Queda del Día.
También relevó que, a diferencia de 2022, hubo un cambio en el contexto de estos crímenes: el 41% fue un homicidio interpersonal -de "violencia intrafamiliar o riñas entre conocidos, etcétera"- y el 36,9% estuvo asociado al crimen organizado.
Con todo, sostuvo que "no sólo los homicidios, sino que los delitos en general, en cantidad, han bajado; pero lo que ha aumentado es la violencia con que se cometen, y eso se ha transformado en la primera ocupación operativa como Gobierno", ya que "cuando la curva empezó a aumentar, al mismo tiempo subió el uso e incautaciones de armas de fuego y la crudeza de los delitos".