Sostienen que el guía turístico sufrió "trastornos sicóticos y delirios" el día de su desaparición.
Ana María García, madre de Kurt, rechazó esta hipótesis y criticó el trabajo policial.
Este 24 de noviembre se cumplen dos años de la desaparición del guía turístico.
Un informe de la PDI entregó nuevos detalles relacionados a la desaparición del guía turístico Kurt Martinson, quien fue visto por última vez el 24 de noviembre de 2014 en San Pedro de Atacama.
A casi dos años del hecho, La Tercera publicó extractos de este informe, realizado durante los primeros días de la investigación y que tiene una extensión de ocho páginas y en el que se plantea que la desaparición de Martinson pudo no haber tenido participación de terceros.
"Se logró establecer que los días previos a su desaparición comenzó a sufrir de estrés laboral, lo que habría desencadenado en trastornos sicóticos y delirios. Además, mantenía varios proyectos, referentes a la creación de una discoteque subterránea, para lo cual requería una fuerte suma de dinero, la cual no tenía", indica el documento.
Martinson había señalado que conocía la existencia de minas de oro y otros minerales preciosos. "Se presume que mientras se encontraba en ese estado sicótico concurrió hasta dichos lugares y, al no tener juicio de realidad, pudo caminar por horas o días hasta sufrir agotamiento y fallecer en cualquier parte del desierto, siempre en dirección a la salida norte", dice el texto de la PDI.
Para llegar a esta conclusión, la investigación apunta a la narcolepsia sufrida por el joven y su extraña actitud en el día de su desaparición, donde tuvo problemas con diversos clientes.
Ese día, a las 15:34 horas, "Severine Clerc-Girard, quien corresponde a su ex pareja, lo llama para saber cómo se encuentra, ya que se enteró de que tuvo problemas en el trabajo. Martinson solo le responde que en la recepción del hotel le dejó su libro (que le había prestado en junio). Ella expresa su malestar, ya que pensó que le entregaría el libro en persona, además que ella habitualmente no va hacia el hotel, ya que se encuentra alejado de la ciudad. La duración de la llamada fue de menos de un minuto, después la víctima no vuelve a contestar llamados".
Posteriormente, a las 18:30, Martinson se encontró con Guadalupe Bautista, quien declaró que "le pidió que le convide agua en una botella. Además, señala que se encontraba con el torso desnudo y luego se retiró en dirección al norte, hablando solo".
A las 19:00 horas, un obrero de una estación fluviométrica vio al joven caminando hacia el norte, siendo "la última persona que lo divisa".
Madre de Martinson rechaza informe
Los investigadores siguieron el mismo camino en el que el guía turístico fue visto por últma vez, por lo que establecieron "la hipótesis de 'muerte por accidente', por cuanto diversos testigos lo vieron caminar por Catarpe, desplazándose por el río, en dirección a la mina San Bartolo, siendo visto por última vez a las 19:00".
Ana María García, madre del joven, rechazó esta postura y aseveró que "la causa es por secuestro, no se puede cerrar nunca y espero que se concrete la diligencia de reconstitución de escena que solicitó Vinko Fodich (su abogado)".
"Puedo decir que la PDI miente, y con fundamentos. Yo leí ese informe. Mi hijo no iba a construir una discotheque, iba a administrar una discotheque de la señora Sonia Ramos (...). Yo le puedo mostrar clínicamente que mi hijo no estaba enfermo. Lo que hizo la PDI está mal hecho. Tengo todos los informes del hospital que demuestran que jamás estuvo en estado sicótico y que no tenía la enfermedad que ellos dicen que tenía", dijo.
"También tengo el informe del mejor especialista de Sudamérica, por no decir del mundo, que le hace clases a la PDI, Giorgio Agostini, que dice que Kurt no padecía esquizofrenia y no tenía ningún estado sicótico (...). No estaba medicado. No voy a aceptar a la PDI que hable lo que quieren para enlodar a mi hijo y tratar de tapar algo que todo el mundo sabe", añadió García.
La madre de Kurt recalca que maneja "la tesis de homicidio, porque mi hijo no era una persona suicida. Él tenía un Dios universal que no acepta el suicidio. Él no lo iba a hacer, y por lo que yo hablé con él, no tomaba pastillas".
El fiscal Alberto Ayala se encuentra evaluando los últimos antecedentes del caso para decidir si se realizan nuevos peritajes, tras descartar hace seis meses una llamada anónima advirtiendo la presencia del joven en un servicentro en el sector industrial de La Negra.
