Dos uniformados fueron atacados a tiros en Puente Alto, y uno está en riesgo vital.
También resultó herido el hijo de 13 años de uno de los funcionarios.
"Este tipo de ataque no lo habíamos visto antes; estamos frente una espiral delictual", alertó la Asociación de Suboficiales de Gendarmería.
Con extrema reserva se investiga un ataque sufrido por un gendarme y su hijo en Puente Alto, acción delictual que pudo haberse ordenado desde el interior de la cárcel.
Según publicó La Tercera, el hecho se registró a las 01:30 horas de este lunes en la intersección de Reloj de Sol con Agua Abajo, en Puente Alto, cuando dos funcionarios fueron abordados por delincuentes reconocidos como "El Pinky" y "El Carlitos".
De acuerdo a las pesquisas de la PDI y el Ministerio Público, ambos sujetos forman parte de una organización con vínculos en la cárcel, quienes habrían buscado amedrentar a los funcionarios.
Sin embargo, este hecho fue más allá de un amedrentamiento, ya que los sujetos dispararon sin previo aviso, dejando a los gendarmes y al niño de 13 años -hijo de uno de los uniformados- gravemente heridos.
Los lesionados fueron derivados al Hospital Sótero del Río, siendo diagnosticado uno de ellos con "lesiones por impactos balísticos en piernas y testículos, quedando internado con riesgo vital", mientras que el otro gendarme y el menor resultaron con heridas de menor gravedad.
La fiscal Nadia Mondiglio dijo que "la Fiscalía de Flagrancia de la Fiscalía Sur dictó las primeras diligencias a la Brigada de Homicidios Sur de la PDI para esclarecer un triple homicidio frustrado que afectó a dos funcionarios de Gendarmería que estaban fuera de servicio en la vía pública y a un adolescente, delitos registrados en la mañana de este lunes en la comuna de Puente Alto".
"De acuerdo a los primeros antecedentes, el hecho se habría originado a partir de un conflicto entre vecinos, lo que será indagado por la policía", detalló.
Desde la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog), Joe González dijo que "esto es verdaderamente alarmante, donde los funcionarios fueron atacados vilmente por delincuentes avezados. Es una situación que demuestra que la situación de seguridad pública ha superado todo límite tolerable".
"Este tipo de ataque no lo habíamos visto antes. Es evidente que estamos frente una espiral delictual que no es común, ya que involucra poder de fuego por parte de organizaciones que quieren amedrentar y limitar la acción de la autoridad", añadió.
