Las malas condiciones climáticas siguen complicando a los equipos de rescate y buzos especialistas que rastrean la costa de la bahía de Mehuín para dar con el paradero de dos menores de ocho y 13 años que siguen extraviados tras desaparecer en las aguas el pasado jueves 1 de enero.
El viento y las marejadas imposibilitan la inspección detallada de las pequeñas cuevas ubicadas en el sector de la playa Pichicuy, uno de los rincones donde podrían estar atrapados los cuerpos.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Toltén, Rodrigo Holzafel, detalló que "la complejidad que se ha presentado en la búsqueda es el tema del viento, el oleaje, que dificulta el trabajo y a eso se suma la presencia de marejadas que van a provocar rompientes en el borde costero".
"A los ocho días debieran flotar, por lo tanto, el trabajo que se está haciendo tanto por la orilla como en los roqueríos, como el trabajo que hacen las aeronaves que sobrevuela la zona y los pescadores también es importante para poder realizar algún avistamiento si es que está la posibilidad de que estén a la deriva", agregó.
Mientras que los familiares de las víctimas han expresado críticas a la escasa seguridad que presentan las playas del balneario. José Escalona, tío de Tamara Villa de 11 años, quien fuera una de las víctimas fatales el pasado 1 de enero, dijo que la falta de ayuda e implementación para el rescate fue clave en la muerte de su sobrina.
"Ojalá que esto sirva de reflexión, realmente necesitamos en Mehuín salvavidas, más recursos, porque faltaron. No tuvimos los medios para poder haber rescatado a nuestra familia que se fue porque cuando nos dimos cuenta estaban muy lejos", indicó.
La desaparición de los menores se dio en medio de un paseo familiar que derivó en tragedia, cuando la corriente arrastró mar adentro a los niños, motivando la acción de un funcionario policial que falleció al rescatar a uno de ellos.