Además, ambos enfrentan cargos por homicidio frustrado y parricidio.
La defensa reprochó la falta de pruebas del Ministerio Público.
María del Pilar Pérez y José Alejandro Ruz, autores intelectual y material de los crímenes de las calles Seminario e Infante, en la comuna de Providencia, fueron formalizados en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago por el asesinato del ex esposo de la mujer, el arquitecto Francisco Zamorano y su pareja Héctor Arévalo.
Además, ambos serán acusados por el homicidio frustrado de toda la familia Molina, el blanco original del asesinato donde murió el joven Diego Schmidt-Hebbel, por lo que ambos quedaron en prisión preventiva tal como había sido decretado.
El fiscal Carlos Gajardo, uno de los que lleva la investigación, ya lo había confirmado diciendo que "(a él) se va a formalizar por los delitos de homicidio calificado, respecto de Arévalo Oliveros y Zamorano Marful, y respecto de ella, la calificación jurídica es parricidio, (porque) hay que recordar que todavía estaban ellos casados al momento de la muerte".
Entre las pruebas presentadas en contra de la mujer y su sicario cuentan "declaraciones de testigos, declaraciones de coimputados, específicamente armeros, tráficos telefónicos, antenas que sitúan a las personas en lugares específicos", señaló Gajardo quien consideró que es un conjunto de evidencia que demuestra la planificación de los hechos de abril y de noviembre.
A los dos se le realizaron por separado pericias caligráficas, para ser comparadas con el plano que Pérez entregó a Ruz para que concretara el crimen de la familia de su cuñado, y con las cartas de amenaza que dijo haber recibido el sicario tras reconocer haber cometido ambos crímenes.
Para el abogado de Pérez, Pablo Larredonda, el Ministerio Público no cuenta con pruebas suficientes para probar su culpabilidad, y que "ella es inocente (...) a pesar de la confesión de Ruz".
Larredonda desestimó la prueba del tráfico de llamados, aunque será analizada, y recalcó que "mi representada en caso alguno podría negar que efectivamente conocía al señor Ruz, había una relación laboral, por lo tanto, a mí no me dice absolutamente nada el tema de los tráficos de llamados. Distinto sería si tuviéramos escuchas telefónicas que dieran cuenta de un concierto previo para cometer este tipo de delitos".
Distinta es la suerte de José Alejandro Ruz, ya que ante la justicia confesó los crímenes, pero según su abogado, Gonzalo Castro, fue presionado para entregar la declaración.
"No me ha dicho que es inocente, pero sí que hay otras circunstancias que son distintas. (...) El día que hablé con él lo noté bastante nervioso y confuso, pero él tiene una versión distinta a la declaración que dio", afirmó el abogado.
Ambos acusados prestaron declaración en la fiscalía local de Nuñoa ante los tres fiscales que llevan el caso.
Por su parte, el abogado querellante de la familia Molina Pérez, José Luis Pérez, calificó como "inentendible" el drama familiar, ya que "sólo era una mala relación, pero de ahí a transformarse en que alguien con quien no tienes una buena relación quiera matarte a ti y matar a toda tu familia por problemas de interpretación del dinero".
El jurista afirmó que "lo que ha esbozado ella (Pilar Pérez) en problemas económicos la verdad es que no es tal, ella salió bastante beneficiada en las escrituras que firmaron en el mes de octubre, doña Pilar Pérez salió más beneficiada que el resto de sus hermanas".
