En el Centro de Justicia de Santiago se desarrolló la primera jornada del juicio contra María del Pilar Pérez y su presunto sicario José Ruz, acusados como autor intelectual y material respectivamente de los crímenes de Diego Schmidt-Hebbel, el ex marido de Pérez, Francisco Zamorano y la pareja de éste, Héctor Arévalo.
Tras el receso del almuerzo, ambos imputados ejercieron su derecho a guardar silencio mientras se llamó al estrado a la primera testigo, pareja de una de las víctimas, pero cuyo nombre no fue revelado, quien relató las malas relaciones familiares con Pérez.
"Salía de su casa en la mañana muy temprano, ponía excremento humano en la cerradura de mi puerta, cosa de que uno saliera de la casa y al cerrar la puerta uno no pudiera meter la llave para volver a entrar", detalló la testigo, quien detalló que la acusado siempre envidió por la forma de la herencia de sus padres.
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Pérez llegó esposada a la audiencia. (Foto: UPI) |
La testigo también aseguró que desde pequeña se le había advertido sobre no aceptar si Pérez la iba a buscar al colegio, porque era peligroso, y antes que el interrogatorio a la testigo terminara, se dio por finalizada la primera jornada del juicio a Pérez, por lo que la jornada siguiente abrirá con su testimonio.
La defensa de RuzTras el cierre de la jornada, el abogado de Ruz, Boris Hrzic, insistió en que el crimen de Diego Schmidt-Hebbel es un homicidio simple y no calificado, y que probará que a su representado no se le respetó el derecho a guardar silencio, antes de la formalización de cargos, cuando fue interrogado por la fiscalía confesando el doble crimen.
"Por eso pedimos absolución en los argumentos de la lectura, y básicamente tenemos pruebas contundentes que el sitio del suceso habla respecto de esta situación de un tercero que no es José Ruz" y que "son los peritajes los que van a hablar al respecto".
Este martes se reanudará la audiencia en la fase probatoria, en un proceso judicial que se extenderá por dos meses.
"Un amor enfermizo"
Al inicio del juicio, Pérez entró esposada pero el tribunal accedió a remover la medida tanto a ella como a José Ruz, tras el cual el juez Alejandro Aguilar leyó los cargos, señalando que "la imputada le propuso a Ruz Rodríguez dos encargos: el primero fue que ingresara al inmueble de su hermana Gloria Pérez López (...) con objeto de robar especies y joyas, y además atara a los integrantes de esa familia".
En la audiencia, el fiscal Rodrigo Lazo describió "como un cuento de terror" los hechos que se les imputan, particularmente la conducta de Pérez en el homicidio frustrado de su nuera Monserrat del Carmen Hernando de Ríos el año 2007, que motivó a su hijo Juan José Zamorano a acercarse a su padre.
Este hecho, según los prosecutores, motivó los celos de Pérez y activó el deseo del crimen, descartando móviles de homofobia o venganza en la muerte de su ex marido y su pareja.
"Un amor enfermizo, un miedo a la soledad, gatilló en María del Pilar Pérez el encargo de mandar a matar a la persona que por más de 30 años fue su cónyuge. Estos hechos parecen increíbles pero son ciertos: parece un cuento de terror, pero es verdad", añadió Lazo.
Además, ante la petición de la defensa, el tribunal decidió que los medios presentes no pueden transmitir en vivo las declaraciones en la audiencia, porque puede "contaminar las futuras declaraciones" de otros testigos, pero sí permitió la toma de fotografías e imágenes.
En tanto, la defensa de Pérez, encabezada por Andrés Rieutord, desestimó la investigación de la Fiscalía, que antes persiguió a otra persona por el crimen de Zamorano y Arévalo, la cual fue absuelta, y acusó enceguecimiento con las figuras de Ruz y Pérez, pidiendo su absolución.
La mujer arriesga 83 años de cárcel por ambos crímenes, mientras que su presunto sicario arriesga también 80 años por la autoría material del crimen, cuyo juicio se realiza en una sala acondicionada especialmente para ello, donde también se formalizó a "los Cavieres".