Durante la mañana de este martes murió el pequeño Francisco Javier, de dos meses, quien estaba hospitalizado desde el sábado a causa de maltratos de su padre, Javier Araya.
El bebé fue internado en la clínica Reñaca de Viña del Mar, donde se le decretó la muerte cerebral. Y su padre fue formalizado por parricidio frustrado, cargo que ahora se cambió por parricidio consumado.
La Fiscalía informó que "el deceso del lactante se registró a las 08:18 horas de este martes, luego de aproximadamente cinco días con muerte cerebral, como resultado del zamarreo que sufrió a manos de su padre, en la casa familiar ubicada en el condominio Los Aromos, Villa Porvenir, en Quilpué".
El fiscal Juan Emilio Gatica detalló que "el hecho se registró a las 23:45 horas del jueves. A raíz de llantos de guagüita, el padre lo toma fuertemente de la cabeza, lo zamarrea y lo lanza sobre la cama violentamente y luego le proporciona un par de golpes en el cuerpo, lo que hace que convulsione y bote sangre".
"En la clínica, se le somete a exámenes y se constata que presentaba hemorragia intracraneana y retiniana, lo que a juicio de los médicos era síntoma inequívoco de maltrato infantil", agregó el persecutor.
Marcelo Platero, director regional del Sename, dijo que "lamentamos el fallecimiento de Francisco, golpeado y maltratado brutalmente por quien le debía dar la primera protección. Nosotros como servicio estamos consternados por esta situación. Se va a reformalizar como parricidio consumado, que tiene penas de 15 años a presidio perpetuo".
Denunciado el hecho, el fiscal se constituyó en la Brigada de Homicidios de la PDI, donde la madre sindicó a su pareja y este reconoció los hechos.
José Ortiz, jefe de la BH de Valparaíso, planteó que tras la muerte de Francisco "a consecuencia del deceso del menor se efectúa un reconocimiento externo con el objetivo de verificar si existiera otra lesión que nos pudiera ayudar en las hipótesis que estamos trabajando".