La Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Ñuble asumió la investigación del robo de siete kilómetros de cables de cobre, equivalente a 826 kilos, que dejó sin suministro a 80 familias de varios sectores rurales en la comuna de Quillón.
El hecho ocurrió el pasado 11 de septiembre en el sector El Olivar, afectando al sistema de suministro de la empresa Frontel, que presentó una querella criminal contra los responsables del hecho ante el Juzgado de Garantía de Bulnes.
Álvaro Hermosilla, jefe de la Fiscalía de Análisis Criminal, indicó que de enero a la fecha se han registrado 11 denuncias por robo de cables del tendido eléctrico en la Región, correspondiendo tres de los casos a Quirihue, dos a Bulnes, dos a Yungay y uno a Coelemu, Ránquil, Quillón y Ninhue.
El persecutor agregó que "la Unidad de Análisis Criminal integra además la Mesa de Energía, convocada por Seremi de dicha cartera, donde también intervienen empresas eléctricas y otros organismos relacionados con el rubro, y en el que se adoptan acuerdos de mejores prácticas para prevenir ilícitos como éste, que afectan tanto a las empresas como a los habitantes".
Destrucción de postes
Por su parte, Denny Vargas, jefe de Servicio al Cliente de Frontel Biobío-Ñuble, afirmó que "se presentan denuncias y querellas por cada robo, porque lamentablemente, este ilícito afecta de manera directa el bienestar de la comunidad, que ve interrumpido el normal funcionamiento del suministro eléctrico que se otorga en la zona".
Asimismo, agregó que "el modus operandi de este delito implica la destrucción de postes, que en esta ocasión fueron cuatro, por lo cual las labores de reconstrucción de las instalaciones dañadas requieren de un largo y arduo trabajo, lo que significa que los hogares deban permanecer sin energía por extensas jornadas".