El Juzgado de Garantía de San Bernardo decretó para Gustavo y Raúl Aravena la medida cautelar de prisión preventiva.
Más temprano habían pedido perdón a la familia de la víctima fatal.
Los imputados alcanzaron a los asaltantes y golpearon hasta la muerte a Juan Andrés Jorquera, de 27 años.
Los dos hombres -un padre y su hijo- que el lunes mataron a un delincuente en la comuna de San Bernardo tras ser víctimas de un "portonazo" quedaron este martes tras las rejas por decisión judicial.
Gustavo y Raúl Aravena fueron formalizados esta mañana en el Juzgado de Garantía de San Bernardo por el delito de homicidio simple, y el tribunal les impuso a ambos la medida cautelar de prisión preventiva.
"Fue en defensa propia. Que me perdone la familia (del fallecido). Actuamos en defensa propia, le pido perdón a la familia", dijo más temprano Gustavo Aravena, mientras era trasladado desde la Brigada de Homicidios de la PDI de Ñuñoa hasta la corte.
Según lo informado por la Policía, tras sufrir el robo de su vehículo el imputado logró dar alcance -ayudado por su padre- a los asaltantes, tras lo cual golpeó hasta darle muerte a Juan Andrés Jorquera, de 27 años, quien contaba con antecedentes por tráfico de drogas.
Tribunal descartó defensa propia
De acuerdo a los antecedentes recabados por la Brigada de Homicidios, y acogidos por la jueza, el padre utilizó un bate que hasta ahora no ha sido encontrado, el que habría ocasionado lesiones mortales al sujeto, y no una caída como la defensa de los imputados intentó demostrar.
La jueza Magdalena Casanova, del Juzgado de Garantía de San Bernardo, justificó su decisión argumentando que "en ningún caso, la circunstancia de haber sufrido un hurto o el robo de un automóvil justifica el resultado que se ha producido después".
"Han sido formalizados por un delito que tiene sendas penas de presidio y existe la imposibilidad de acceder a penas sustitutivas, así que el tribunal va a entender que la seguridad de la sociedad se ve amenazada con la libertad de ambos imputados y va a decretar su prisión preventiva", añadió la jueza ante tímidos aplausos de los familiares de la víctima que llegaron a la audiencia.
"Si uno no hace algo, la Justicia no hace nada"
A la salida sus familiares reclamaron que "el gallo (ladrón), lo más probable, es que hubiese quedado suelto, porque esta cuestión es la puerta giratoria lamentablemente. Donde vivimos, si ustedes hablaran con todos los vecinos del sector de Los Fundadores, Las Palmeras, estamos todos cansados de los robos, entonces si uno no hace algo, la Justicia no hace nada".
"La intención era amarrarlo y retenerlo para entregarlo a las autoridades, eso fue todo, no se sabe si hay tal golpiza. Mi hermano lo único que me dice es: 'Yo lo salí persiguiendo, el tipo se cayó en la cuneta, lo agarré, le fui a pegar un combo y el tipo sale arrancando y en eso se cayó'", dijo otro de los familiares.
"Retención ciudadana"
En tanto, Vicente Calderón, abogado defensor de los imputados, sostuvo que "fue una retención de tipo ciudadana, solamente fue un forcejeo que mantuvo y después se dio a la fuga y cayó a una zanja que era de concreto donde el se habría golpeado. Es una muerte accidental".
Una postura con que discrepó la fiscal Roxana Fernández, persecutora adjunta del Ministerio Público en San Bernardo.
"Estamos de acuerdo con la opinión del tribunal en el sentido de que aquí no se da la circunstancia de la legítima defensa, especialmente (que) no hay un riesgo inminente para la víctima y la persecución fue durante varios minutos, durante muchas cuadras en el sector", sostuvo Fernández.
La fiscal destacó que "además en la audiencia se dio cuenta de la multiplicidad de lesiones en distintas partes del cuerpo que tenía la víctima".
Los imputados permanecerán en prisión preventiva por 60 días, aunque su defensa ya adelantó que buscarán revocar la medida.
